Tormenta perfecta: tiembla Brasil y la Argentina lo sufre

RÍO DE JANEIRO.- Nadie tiene dudas ya de que éste será un año muy complicado para la economía de Brasil y un punto de inflexión para el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff. La mandataria se juega por estos días las últimas cartas en pos de una recuperación. Atrás han quedado los tiempos de crecimiento a tasas chinas que convirtieron al gigante sudamericano en una de las grandes potencias emergentes. Después de numerosos errores y oportunidades perdidas, llegó la hora de la verdad en medio de una tormenta perfecta.

"Los problemas económicos comenzaron a ser evidentes en 2014, que fue un año de declive general. Con los obstáculos políticos que se sumaron ahora, 2015 puede ser otro año simplemente malo o terrible; dependerá de la habilidad del gobierno en implementar el programa de ajuste en la dosis exacta y el tiempo correcto. No será un proceso sin turbulencias", dijo a LA NACION el economista Clemens Nunes, profesor de la influyente Fundación Getulio Vargas en San Pablo.

La mayoría de los analistas ya advertían desde hace dos años sobre los desequilibrios económicos y las dificultades en el horizonte. Llamaban la atención sobre la política fiscal extremamente expansionista del gobierno, alertaban sobre el aumento de la inflación, criticaban la sobrevaluación del real, criticaban la concentración de las exportaciones en commodities (soja y mineral de hierro especialmente), y avisaban que las subvencionadas tarifas en energía, gasolina y transporte no eran sostenibles.

Hubo algunos tímidos intentos de acomodar algunos de estos aspectos, especialmente con el precio de los transportes públicos, pero las protestas que estallaron en junio de 2013 asustaron al gobierno. Ahora cada vez hay menos tiempo, y más urgencias. Continúa en la página 2

Nadie tiene dudas ya de que éste será un año muy complicado para la economía de Brasil y un punto de inflexión para el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff. La mandataria se juega por estos días las últimas cartas en pos de una recuperación. Atrás han quedado los tiempos de crecimiento a tasas chinas que convirtieron al gigante sudamericano en una de las grandes potencias emergentes. Después de numerosos errores y oportunidades perdidas, llegó la hora de la verdad en medio de una tormenta perfecta.

"Los problemas económicos comenzaron a ser evidentes en 2014, que fue un año de declive general. Con los obstáculos políticos que se sumaron ahora, 2015 puede ser otro año simplemente malo o terrible; dependerá de la habilidad del gobierno en implementar el programa de ajuste en la dosis exacta y el tiempo correcto. No será un proceso sin turbulencias", dijo a LA NACION el economista Clemens Nunes, profesor de la influyente Fundación Getulio Vargas en San Pablo.

La mayoría de los analistas ya advertían desde hace dos años sobre los desequilibrios...

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