Rojo global y más apremio emergente

La tormenta perfecta para las economías emergentes pareció tomar visos de realidad ayer al conocerse datos que confirman un enfriamiento de la actividad en China y al retomar el dólar su sendero alcista a nivel mundial.

Se fortalecen así dos vectores de presión sobre estos mercados, que pasan a coexistir con el riesgo latente de una caída en la demanda de sus productos que vaya de la mano con otra en los precios de lo que venden (tal como ya viene aconteciendo), al endurecerse progresivamente la moneda en la que se valúan las materias primas.

La alarma la encendió el nuevo deterioro del sector manufacturero en China, donde la producción se redujo al mayor ritmo en 3 años y se eliminaron puestos de trabajo en el sector por 21er. mes consecutivo. Algunos creen que eso confirma un impacto por el efecto pobreza que habría desatado el derrumbe de su bolsa. ¿Será?

Por lo pronto, ese solo dato desató una nueva oleada de ajustes entre las commodities (-4% el petróleo; -2% los metales; -1% los granos) y las monedas emergentes que sólo omitió...