Pacto con China, del idilio a la dependencia

En su última sesión del año, a libro cerrado, el oficialismo aprobará hoy en el Senado una de sus iniciativas más audaces en el campo de la política exterior: el convenio marco de cooperación en materia económica y de inversiones entre la Argentina y China, que va acompañado de dos acuerdos sobre inversiones industriales e infraestructura.

Se trata de un entendimiento con consecuencias de largo alcance para el desarrollo del país. A cambio de financiamiento, las empresas chinas tendrán acceso privilegiado a los negocios energéticos, mineros y agropecuarios, lo que incluye la posibilidad de importar mano de obra. Pekín no ha conseguido un acuerdo tan generoso en toda la región.

El convenio plantea incógnitas muy relevantes sobre la orientación económica e internacional de la Argentina. Y también, para escándalo del nacionalismo kirchnerista, sobre el nivel de dependencia externa que la sociedad está dispuesta a aceptar.

En otras palabras: hoy los senadores deberían discutir la estrategia del país ante la presencia cada vez más influyente de China en América latina. Pero no lo harán. Aprobarán el acuerdo sin debate.

La primera señal de que el tratado con China es sospechoso la emitió Cristina Kirchner. Lo firmó el 18 de julio pasado, durante la visita del presidente Xi Jinping, pero recién lo envió al Senado el 16 de diciembre, para que la Comisión de Relaciones Exteriores lo tratara al día siguiente.

Los representantes de la oposición no concurrieron a la reunión por falta de tiempo para leer lo que se discutiría. El texto fue incluido en el orden del día de la sesión de hoy, para que se lo vote sin análisis. Un modus operandi habitual en el kirchnerismo, que todavía no se anima a publicar el acuerdo que firmó con Chevron para la explotación de Vaca Muerta.

La justificación más elegante de la urgencia es que Héctor Timerman no quiere llegar con las manos vacías a la reunión de cancilleres de la Celac que se hará en Pekín el 8 de enero. También hay otra excusa: la señora de Kirchner pretende firmar convenios al amparo del que sancionará hoy el Senado cuando visite China, en marzo.

En su mensaje al Congreso, la Presidenta promete que su acuerdo equilibrará la balanza comercial con China y desarrollará una industria nacional con capacidad de exportar a ese país. ¿En qué rubro las manufacturas argentinas competirían con ventaja con las chinas? Ella no se lo pregunta.

El texto establece que las empresas chinas, a cambio de ofrecer financiamiento...

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