Gabriel Batistuta: 'El fútbol argentino me parece un desastre total'

Shamel anda por los 11 años y nunca lo vio jugar. No tiene dimensión de la leyenda. "Papá, ¿alguna vez pateaste un penal o un tiro libre?", pregunta con inocencia el menor de los Batistuta. Él nació en Qatar, mientras Thiago (24), Lucas (19) y Joaquín (17), los hermanos mayores, son florentinos., donde el mito será eterno. Gabriel Omar cuenta que en la casa de Reconquista no hay fotografías, copas ni recuerdos de su trayectoria. Asegura que jamás llevó el fútbol a su hogar. "Adentro de una cancha nunca me divertí", suelta al pasar, sin rencores ni añoranza. "Yo apenas pateé una pelota, nada más", agrega, reflexivo, escapándose de cualquier divismo.

Habla de él como si el fantástico goleador hubiese sido otra persona. No termina de reconocerse en ese superhéroe que arrasaba el mundo. Lo recuerda casi con admiración, y no por vanidad, sino porque no le parece que él haya sido aquél. Quizás, a los 47 años elige no vivir de recuerdos. No se engaña ni victimiza. Lo atrapa el desafío del mañana. No se apresura para responder, revuelve y elige las palabras, pero eso no le quita explosión a su discurso. Volcánico, como en el área rival, enciende el debate.

-¿Cómo ves al fútbol argentino? El juego, la organización...

-En el plano organizativo, el fútbol argentino me parece un desastre total. Acá nadie sabe ni cuándo juega, es una vergüenza. Hace un mes llamé a jugadores y a técnicos para invitarlos al torneo benéfico de golf y me contestaron "quisiera ir, pero no puedo asegurártelo porque no se cuándo juego". Eso te hace calentar mucho: no estamos hablando del servicio meteorológico, que con un mes de anticipación puede pasar cualquier cosa; esto depende de una decisión. Vas a Italia o a España y antes de que empiece el torneo ya sabés a qué hora se juega el último partido de la liga. No es una ciencia. No es que allá son un genios, ¿eh? Empezando por ahí, y esas son las cosas más estúpidas.. Así está el fútbol.

-¿Y la propuesta futbolística?

-Sólo dos o tres equipos tienen una idea. El domingo de los clásicos me dormí en mi casa; para colmo llovía, no sabía qué hacer. Fue un desastre. Ni dos pases seguidos hacían, apenas un poquito en Racing-Independiente. Si lo querés justificar, podés decir que en los clásicos hay un ambiente particular por los miedos, las presiones, pero generalmente es así. Para mí hay mucho vértigo, creen que la intensidad tiene que ver con la velocidad y las fricciones, y no es así. Intensidad es sostener un ritmo, tener dinámica. Pero están confundidos. Equivocaron poner...

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