La droga en Formosa tiene pista libre

FORMOSA.- Una decena de cerdos, otra de chivitos, cuatro perros y un potrillo convivieron durante un tiempo con 701 kilogramos de cocaína de máxima pureza en el humilde campo del concejal kirchnerista Héctor Hugo Palma. El campo está situado en Ranero Cué, a 230 kilómetros de esta capital, y esconde otra sorpresa: allí, en una de las zonas fronterizas más permeables del país, la Gendarmería localizó una pista de aterrizaje clandestina de unos 400 metros de largo por quince de ancho.Los vecinos de Estanislao del Campo, un pueblo de 4000 habitantes, en el que Palma es concejal, están sorprendidos. Y no precisamente por los vuelos, ya que aseguraron a La Nacion que los han visto casi a diario durante los últimos cinco años. La sorpresa es porque se encontró cocaína de origen boliviano en lugar de marihuana o cigarrillos paraguayos, un contrabando mucho más habitual en esta zona, donde la frontera con ese país está a 150 km y el control oficial brilla por su ausencia. Tanto el sector político como las fuerzas de seguridad nacional con asentamiento en el lugar y los vecinos reconocen que Estanislao del Campo y sus alrededores son un sector "gris" donde los radares existentes (uno en el aeropuerto de Posadas y otro en el de Resistencia) no llegan a cubrir esa franja.El gobierno nacional tenía previsto instalar un radar hace dos años, en la localidad de Las Lomitas, a 60 kilómetros de allí pero, tras fracasar las negociaciones entre el Ministerio de Defensa y el de Justicia respecto de qué área debía hacerse cargo de los costos del nuevo aparato, la compra no se hizo.La Nacion recorrió Estanislao del Campo, habló con los vecinos, con los familiares del concejal (como se informa por separado) y recorrió por tierra y por aire el campo de "Eti Palmita", como es llamado aquí el concejal Palma, que permanece detenido al igual que su hermano menor y un primo.El trayecto para llegar al campo de 300 hectáreas que Palma tiene como herencia familiar son unos 10 kilómetros por caminos de tierra, actualmente anegados, rodeados por densos montes y donde la señal de celular no llega, salvo en el medio de la pista clandestina, tal como pudo comprobar La Nacion.Para llegar a la pista hay que ingresar poco más de 1 km en el campo, pasar el refugio y los tres hornos de barro que se utilizaban para hacer ladrillos o como depósito de la cocaína, según arrojaron las primeras investigaciones judiciales.El recorrido en el campo de Palma es por una zona de montes donde sólo se divisa...

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