Ciencia práctica: el conocimiento que ayuda a resolver problemas cotidianos

Se calcula que diariamente se tiran sólo en la ciudad de Buenos Aires más de 1.000.000 de envases descartables. El dato no es menor si se tiene en cuenta que el plástico del que están hechos (el polietilen-tereftalato o PET) tarda 150 años en degradarse a la intemperie y aún más si está enterrado.

Rosana Gaggino, investigadora adjunta del Conicet, y colegas del Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE) lograron metamorfosear esas botellas plásticas en ladrillos. En Tucumán, un grupo de científicos del Instituto de Biodiversidad Neotropical desarrolló un índice de la "salud" del agua a partir de cuatro insectos naturales de la zona. En Mar del Plata, investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional de Mar del Plata diseñaron un detector de contaminación con monóxido de carbono que podría salvar miles de vidas. En el Sur, científicos del Cenpat transformaron un alga invasora que llegó desde Japón (y ya se transformó en plaga) en un alimento con interesantes cualidades nutritivas. En Jujuy, conocimiento reunido sobre la biología de la vicuña silvestre permitirá la explotación de su lana preservando la especie, que hasta no hace mucho estaba en peligro de extinción.

Aunque no dejan de hacer ciencia básica y de publicar en revistas internacionales, éstos son sólo algunos de los equipos del sistema científico que también aportan su conocimiento para la solución de problemas prácticos.

Según datos del Conicet, durante el año pasado este tipo de desarrollos creció un 45% respecto del año anterior. Se generaron 87 nuevas solicitudes de patentes, en las que participaron 122 inventores.

Ladrillos con alma de plástico

"Desde hace 17 años, la idea de reciclar residuos para ubicarlos en elementos constructivos nos llevó a desarrollar ladrillos, bloques para pared, aglomerados... -cuenta Gaggino desde Córdoba-. Actualmente estamos fabricando tejas a partir de plásticos (polietileno) y caucho reciclado."

En los ladrillos, los investigadores del CEVE usaron PET procedente de envases descartables de bebidas y cemento Portland.

Según cálculos efectuados a partir de prototipos de laboratorio, el precio unitario de los ladrillos reciclados duplica aproximadamente el de los de tierra. "Pero como los reciclados son cinco veces más aislantes que los convencionales -explica Gaggino-, se usa la mitad. Sin embargo, el ahorro principal es que se evita que los residuos plásticos vayan a un enterramiento. A la intemperie, este plástico tarda unos 150...

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