La CGT acordó con piqueteros y avanza hacia un paro nacional

La multitudinaria Marcha Federal que organizaron las dos CTA el viernes pasado aceleró en la CGT unificada un debate interno sobre la viabilidad de activar en el corto plazo un plan de lucha, que contempla un paro nacional en la primera quincena de octubre.

La definición y la modalidad de la protesta se concretará el 23 de este mes. Para ese día la nueva gestión cegetista convocó a sus 124 gremios adheridos a discutir sobre el rumbo político y económico, y decidir qué postura tomar ante la Casa Rosada.

Sin embargo, . Hubo tres hechos que grafican la escalada en el vínculo con el Gobierno: la formalización de un acuerdo con agrupaciones sociales que incluyen a trabajadores precarizados, informales, desocupados y piqueteros; el rechazo legislativo a los proyectos oficiales sobre empleo joven y reforma de las ART, y el cada vez más tenso cruce retórico entre gremialistas y funcionarios.

"El paro es una cuestión de tiempo. Ya no se puede frenar. Salvo que el Gobierno tenga una reacción que no visualizamos", dijo a LA NACION un integrante de la cúpula cegetista.

El triunvirato que encabeza la central obrera peronista también va en esa dirección. Juan Carlos Schmid admitió una "relación tensa" con el Gobierno. Carlos Acuña acusó al presidente Mauricio Macri de "estar parado del lado de los empresarios". Mientras que Héctor Daer reconoció que este mes podría definirse una protesta y desestimó una tregua a cambio de eximir el medio aguinaldo de los alcances del impuesto a las ganancias o a la habilitación oficial para negociar un bono de fin de año para compensar la inflación. "La situación es más de fondo. Hay que corregir el comercio exterior porque las importaciones impactan en el empleo y la producción local", argumentó Daer.

Sin liderazgos tan fuertes como el de Hugo Moyano, la CGT unificada se respalda sobre una estructura más horizontal, en la que la toma de las decisiones es ahora sometida a un debate previo. Así, la central obrera avanza hacia un nuevo perfil, tal vez más político y estratégico que en otras oportunidades. La nueva fisonomía se reflejó en algunas acciones, como la de ayer con los movimientos sociales o el acuerdo de la semana pasada con el bloque mayoritario del Senado, el Frente para la Victoria, para que no avancen los proyectos de ley que consideran que pueden atentar contra los intereses de los trabajadores. En la misma línea, la semana próxima habrá encuentros con intendentes y gobernadores del PJ, y una tropa sindical...

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