Cartas de lectores

Trabas al campoSe­ñor Di­rec­tor:"He seguido con atención el cambio de opiniones a través de cartas de lectores sobre el tema de la sequía y el pedido de subsidios a los afectados. Como productor agropecuario pienso que se ha obviado un ingrediente importante en los análisis."Luego de la catástrofe de 2001, se recurrió a las retenciones agropecuarias para paliar la desastrosa situación del país. No se escuchó entonces ni una voz del sector agropecuario que protestara por ello. Posteriormente, con el argumento de las rentas extraordinarias se fue incrementando el peso de este impuesto hasta los altísimos valores actuales."El negocio agropecuario es así, puede dar ganancias extraordinarias o pérdidas catastróficas. Si se deben compartir las ganancias extraordinarias pero asumir las pérdidas como riesgo de la actividad, la ecuación termina por no cerrar. No coincido con aquellos que solicitan subsidios, aunque cierta lógica hay en que si se pide un esfuerzo cuando se gana mucho, se devuelva cuando se pierde mucho."Pero sí coincido con el lector que manifestó que los productores agropecuarios queremos «que nos dejen trabajar en paz», asumir nuestras pérdidas y contribuir con nuestros impuestos, pero sin sentir sobre las espaldas el permanente acoso de funcionarios todopoderosos que manifiestan abiertamente, por razones ideológicas, la decisión de capturar toda la renta agropecuaria, y que imponen ridículas trabas burocráticas que no benefician al país, pero sí a los grupos concentrados amigos del poder."Carlos Alberto PortuDNI 10.879.693 mailto:caportu@generalpico.com.arConfusionesSe­ñor Di­rec­tor:"Dijo el vicepresidente Boudou que «no hay que confundir evasores con inversores». Es verdad. Y tampoco hay que confundir a blanqueadores de dinero sucio con buenos contribuyentes."Adolfo M. Laborde DNI 17.288.782 mailto:adolfolaborde@gmail.comDos naufragiosSe­ñor Di­rec­tor:"A propósito del naufragio del Costa Concordia, traigo a la memoria colectiva que mañana se cumplirán 82 años de un hecho similar ocurrido en Ushuaia, cerca de los islotes Les Eclaireurs."Aquel suceso tuvo gran repercusión local e internacional, según los archivos de la época. Hoy pocos lo recuerdan; no es así en Ushuaia. Su población, sus museos, sus calles, testimonian aquellas jornadas en que una pequeña población de 800 habitantes recibió solidariamente a 1200 náufragos ateridos de frío y que «creían que les había llegado el momento final»."Comparando ambos accidentes...