Cambios en la mesa: por qué comemos cada vez peor

Cuando era chico y su madre llamaba "a la mesa", Pablo Katz, de 33 años, sabía que casi seguro el menú iba a ser carne con algo para acompañar. Agua o jugo para beber y fruta de postre. Ahora que es padre de Pedro, de cuatro años, y de Dante, de dos, sabe que las cosas son distintas. Por empezar es él quien dará la voz de "a comer", mientras Agostina, su mujer, que es psicóloga, termina asuntos del trabajo. Hoy, como cada fin de semana, comerán todos juntos y por eso eligió el menú favorito de la familia: pastas. A medida que ponga la mesa, pensará en las diferencias con aquel mismo ritual en su infancia. La panera y el vino ya no están presentes. Y la fruta, aunque a sus hijos les gusta, suele ser reemplazada por postrecitos procesados. "Gaseosas nosotros mucho no tomamos, pero somos una excepción", reconoce.¿Cuánto cambió la mesa de los argentinos? Mucho. Menos carne y más harina, más gaseosas y menos agua. Menos fruta y más helado. Más sal, más pan, más azúcar, más huevos, más productos del quiosco. Y una gran perdedora: la verdura. Ésta podría ser una ajustada pero certera síntesis de cómo cambió, para peor, nuestra alimentación. Otros datos completan el cuadro: cada vez dedicamos menos tiempo a preparar lo que comemos.Las porciones son más grandes y nos movemos menos. Los argentinos pasamos de una dieta promedio de 2800 calorías, a fines de la década del 80, a unas 3300 hoy. Este número supera en un 50% el requerimiento medio de la población, estimado en 2200 calorías diarias, según la FAO. Esto explica por qué en el país cada vez hay más personas con sobrepeso. Cada año, el uno por ciento de la población se convierte en obesa, según la curva de datos vitales del Ministerio de Salud. Son unas 400.000 personas por año, 1100 por día, 40 personas por hora.Los argentinos pasamos de consumir 105 kg de carne de vaca al año, en la década del 70, a 60 kg. De tomar 44 litros al año de gaseosa en 1980, a 131 el año pasado, y convertirnos en el principal consumidor mundial de esa bebida. De 7 litros al año de cerveza que consumíamos hace tres décadas, a tomar 41. En la última década, redujimos 20 litros la cantidad de lácteos per cápita consumidos al año. En cambio, comemos casi 100 huevos más que hace 14 años. Además, ingerimos 35% más de galletitas que en 2007 y 70% más helado.La razón de los cambios"Somos un desastre. Comemos cada vez peor -sintetiza el doctor Alberto Cormillot-. Más harinas, más azúcar, más grasas y menos alimentos que aportan los nutrientes...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR