Acierto en el mercado y admisión de un error político

Ayer dio el salto más importante de su breve presidencia y cayó parado sobre sus pies. Mauricio Macri sorteó de esa manera el primer día sin cepo cambiario después de cuatro años. El precio del único dólar que existirá quedó por debajo del anterior dólar paralelo y muy cerca del valor del denominado dólar tarjeta durante la última parte del cristinismo. Ayer también se consolidó la idea de que el Presidente decidió rectificar, en parte al menos, la decisión más polémica de su gestión: la designación por decreto de dos miembros de la Corte Suprema de Justicia. La postergación hasta febrero de la jura de esos jueces podría suponer, en los hechos, que Macri decidió esperar hasta marzo, cuando el Senado vuelva a sesionar.

Ese cuerpo legislativo estará entonces habilitado para discutir el acuerdo de los dos candidatos. Si fuera así, habrá cumplido con la promesa que hizo ante la Asamblea Legislativa: está dispuesto a rectificarse cuando le advierten que cometió un error.

El precio del dólar podrá tener subas y bajas en los próximos días. Pero la señal del primer día era el obstáculo más importante de su gestión de menos de una semana. Al revés de la frágil experiencia de Eduardo Duhalde (el dólar llegó a 4 pesos en los primeros días después de la convertibilidad, aunque luego bajó a 2,50), Macri recibió ayer una prueba de confianza social en su solvencia política y en la capacidad de su equipo económico. Se trata de una devaluación muy acotada, porque el dólar oficial servía para muy poco, salvo para destruir el valor de las exportaciones. Gran parte de los precios locales ya habían sido acomodados al precio del dólar paralelo o al del "contado con liqui". Si bien el nuevo precio del dólar tendrá alguna repercusión sobre la inflación, ésta no debería tener incrementos notables.

La economía debía salir de ese cepo. Basta tener en cuenta un dato histórico objetivo. Cristina Kirchner decretó el cepo en los primeros días de noviembre de 2011. La economía argentina no creció nunca más a partir de 2012. Tampoco cayó en recesión; se mantuvo en un punto neutro, que no significaba recesión, pero tampoco crecimiento. El cepo impidió el desarrollo normal de la industria argentina, muy dependiente de los insumos importados, y devastó las economías regionales, exportadoras de materias primas.

La política y la Justicia recibieron con evidente alivio la decisión de Macri de postergar el juramento de los jueces designados, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz...

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