Zona liberada: la tranquilidad de un tirador y la oscura trama detrás de un ataque que causó temor en el Poder Judicial

Preocupa el ataque a la sede de la Justicia Federal en Rosario

ROSARIO.-El miércoles a las 3.20 un hombre hizo dos disparos contra la garita de seguridad de los tribunales federales de Rosario . El atacante no escapó a toda velocidad, ni nadie lo esperaba para huir rápidamente. El tirador caminó de forma tranquila y con cierta parsimonia cuatro cuadras por calle Oroño, en pleno centro de Rosario , hasta San Lorenzo, y allí desapareció, de acuerdo al registro de las cámaras de seguridad. Nadie lo persiguió. En ese lugar, donde su imagen se pierde, hay un punto ciego de los sistemas de videovigilancia, algo que llamó la atención de los investigadores que sospechan que el atacante sabía que su imagen iba a desaparecer en los videos.

Tras analizar el llamativo comportamiento del hombre que quedó filmado tras atentar contra el edificio de los tribunales federales, surge como hipótesis que podría haber tenido una "zona liberada" para realizar el ataque . Otra conjetura que aparece es que el atacante podría conocer la disposición y el monitoreo de las cámaras, que están conectadas al sistema 911 de la policía.

El otro punto llamativo de este atentado, que lo llevó adelante una sola persona que disparó el miércoles contra la garita del ingreso al edificio de la Justicia Federal, apunta a los cuatro prefectos que estaban destinados durante esa madrugada a la custodia del lugar donde funcionan los tribunales federales.

Quedaron bajo la mira judicial los prefectos que custodiaban los tribunales federales en Rosario

Cuando se produjo el atentado ninguno de los efectivos salió a perseguir al atacante . Tampoco observaron las cámaras de seguridad del edificio, que habían registrado dos disparos. Uno de ellos rompió la garita que está en el ingreso por calle Oroño al 900, donde no había nadie a esa hora. El otro disparo falló.

Los prefectos estaban durmiendo dentro del edificio y percibieron recién a las 7 que alguien había disparado, cuando abrieron la puerta de rejas que está a la entrada. Se encontraron con un agujero en el vidrio de la garita, que la perforó de lado a lado.

A esto se suma que los prefectos que sucedieron a los que habían pasado la noche no avisaron a un fiscal ni a la policía que el vidrio de la garita de ingreso había sido roto por un balazo . Tampoco resguardaron la escena del hecho. Los empleados judiciales que ingresaron esa mañana lo hicieron por el lugar donde había sucedido el atentado, donde había vidrios desparramados por el...

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