Zannini, el dueño de decretos y secretos

Hubo un tiempo en que "el Chino" era "el Negro" y lo reconocían de lejos por su "fitito" amarillo. Pero desde hace años, Carlos Alberto Zannini se destaca por su obsesión por el bajo perfil. Es el funcionario de mayor confianza de la Presidenta y quien les da forma legal a las más polémicas ideas de los Kirchner durante los últimos años: la estatización de las AFJP, la ley de medios, la puja por las reservas del Banco Central (BCRA), la reforma electoral o hasta el Fútbol para Todos, entre otras.Que se conozca tan poco sobre él es mérito suyo. A tal punto que funcionarios que trabajaron codo a codo con él durante años, doce horas por día, se enteraron de un accidente de uno de sus cuatro hijos por la prensa antes que por él.Tampoco saben que tiene claro que "no hay presidentes populares tras dos mandatos", visión que no quita que sea, desde la muerte de Néstor Kirchner, el interlocutor más cercano de la Presidenta. Es su arquitecto jurídico y, por orden de ella, se encargó también de la polémica de las listas partidarias a mediados de 2011, pero siempre desde un segundo plano.Para este perfil, LA NACION entrevistó durante meses a decenas de familiares, amigos, funcionarios, allegados, colaboradores, rivales y compañeros de militancia y de oficinas públicas en Córdoba, La Plata, Santa Cruz y Capital Federal, entre otros lugares, y recopiló documentos hasta ahora desconocidos.Su recelo a las luces, casi una obsesión, responde a la estrategia kirchnerista de concentrar la atención en los Kirchner. Pero también a su aversión a los medios de comunicación y a los periodistas, como explicó durante un discurso en Mar del Plata. "Hay que cuidarse hasta en las palabras. Si durante el discurso yo dijera muchas palabras que contuviesen la letra erre, algunos interpretarían que ésa es una forma de referirse a la reelección."Vive en Las Cañitas, cerca del hipódromo y del campo de polo, y de vez en cuando se da un gusto en una vinoteca de Avenida del Libertador. Fanático de Boca Juniors y buen jugador de fútbol como juvenil en el Club Alem -según algunos, otros lo desmienten-, menos se sabe, en cambio, que uno de sus hijos vivió en Minnesota y que él, "el Chino", admira el "espíritu independiente" de los norteamericanos. O que la camioneta Toyota que consta en su declaración jurada de bienes se la compró al "zar del juego" Cristóbal López, que le hizo "muy buen precio".Tercero de cuatro hijos de "Pepe" y Hortensia, Zannini nació en 1954 en la cordobesa Villa Nueva, la ciudad pegada a Villa María, por entonces con poco más de 15.000 habitantes. Fue a la escuela primaria Bartolomé Mitre y a la secundaria en el ya desaparecido Instituto Pío Ceballos, bajo las órdenes de la férrea directora Nora Butano. De allí, Zannini -sólo Carlos o, como mucho, "Negro", para sus amigos- se llevó un activo: la fama de...

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