El Yasíyateré: Un mito nacido bajo el coloniaje

AutorJosé Arnaldo Gómez

Yasíyateré, quiere decir "del interior de la luna", por contracción de Yasy apytere. Sin dudas, el mito fue fabulado por los guaraníes para criticar las conductas de los españoles. Sus andanzas son muy conocidas en las poblaciones de origen guaraní. Siempre descriptas con las mismas cualidades, atributos y aventuras.

Se trata de un ser sobrenatural, un homúnculo, duende escurridizo, niño juguetón, de ojos azules. Discurre desnudo bajo los ardientes soles del medio día, lo que dio motivo para que algunos lo llamen Kuarahyjára (dueño del sol), refiriéndose a su preferencia de realizar sus aventuras durante las siestas. Otros, se equivocan y lo sitúan también durante la noche. Así son las fabulaciones, se cambian, se distorsionan o se transforman.

La versión que lo convierte en noctámbulo, al parecer proviene de su nombre, asociado a la luna. El Jasyjateré, se habría vuelto rubio de tanto andar bajo los implacables rayos solares, o más bien por asociarlo al español, que no era cobrizo como el aborigen. Es portador de un bastoncillo dorado o de oro, que encierra gran poder. Agregado a esos rasgos, se destaca la posesión de un largo miembro viril, que indica la avidez sexual del extranjero. Usa sombrero de paja de alas anchas.

Dicen que es un duende travieso y vivaz. Encanta a las niñas que, imprudentemente se alejan de sus hogares y van solas a los montes. Las hechiza y las rapta o simplemente las posee subrepticiamente, en cualquier lugar. Hasta las embaraza, aunque eso ocurre muy rara vez. Es a los niños a quienes más busca. Le divierte jugar con ellos y desea vivamente su compañía. Cuando algún pequeño queda cautivo de su gracia, lo lleva consigo, haciéndolo compañero de sus juegos. Algunos nunca vuelven, otros pierden la voz o quedan sin memoria.

Como Kurupí, Jasyjateré anda desnudo con un largo miembro viril y camina con sus pies al revés. Emite un agudo silbo, igual que el pajarillo que lleva su mismo nombre. Según cuentan, ambos, repiten sus nombres: "Jasyjateré…", lo que confunde a la gente, pues tampoco el ave se hace visible. Tal vez, resulte ser otro fantasma.

Al poseer un largo pene, aunque no tanto como Kurupí, el pequeño duende se convierte en serio peligro para las muchachas que vagabundean fuera de sus casas. Siendo una fabulación inventada después de la conquista, puede afirmarse que el poder de penetración que simboliza el prolongado miembro viril se corresponde con el alcance que tenía el...

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