La 're-re' vuelve a asomarse

Los temas pueden resultar diferentes, pero están unidos por el mismo hilo conductor: la traumática digestión institucional de la grave enfermedad de Hugo Chávez se parece a los intentos reeleccionistas que cada tanto surgen en distintos países y épocas, queriendo forzar reformas precipitadas o directamente violentando sus respectivas constituciones.En el fondo se trata del mismo asunto: el líder ocupa todo el escenario político y no sólo ahoga a sus opositores sino también a quienes podrían sucederlo desde sus propias filas. Se presenta tan insustituible, que sus más devotos seguidores entran en pánico y no conciben otro futuro que no esté atado a ese ser providencial.Lo hemos visto en estas semanas en Venezuela donde con tal de conservar intacto el poder político del mandatario enfermo se apela a toda suerte de artilugios, comenzando por la desinformación. Lo más grave es que se anunció que el pueblo asumía el poder como si eso, más allá de lo bonita de la imagen simbólica, fuese algo concreto y definido que pudiese realizarse. Las consecuencias hacia adelante se tornan imprevisibles y peligrosas para el sistema democrático que podría así ser desnaturalizado por quienes se sienten más cómodos alejados de la rigidez de los textos constitucionales para entregarse a oráculos más difusos.En la última edición de Código político, por TN, Beatriz Sarlo alertó que ese peligro también nos sobrevuela. "Lo que yo presumo -dijo la prestigiosa ensayista- es un cambio de régimen político, que no es una mera reforma de la Constitución."Ya que los votos no alcanzarían previsiblemente en las elecciones de este año para motorizar luego el cambio en la Ley Fundamental que habilite a un tercer mandato consecutivo de la actual Presidenta, la idea de un "plebiscito, que establezca nuevas bases para la institucionalidad argentina", según Sarlo, podría ser la "solución" que estarían "craneando" ahora mismo algunas usinas cristinistas. Recordó, en ese sentido, que en la reforma de 1949, que habilitó a Juan Domingo Perón para su segundo mandato, flotaba ese "deseo de cambio de régimen que no se animó a llevar a cabo totalmente".Lo que algunos políticos querrían lograr con forzadas operaciones desestabilizadoras del sistema que nos rige desde 1983, de todos modos la biología terminaría poniéndole coto: se sabe que el "Cristina eterna" (novena elevada en su momento por Diana Conti, que en estos días volvió a la carga en similar dirección) no es más que una expresión de deseos...