Vuelo 3142 de LAPA: idas y venidas de una tragedia a la que la Justicia no le dio una respuesta

Cuando irrumpió con fuerza en el mercado, en el inicio de la década del 90, para pelearles los aires y las rutas a Aerolíneas y Austral, LAPA seducía a los pasajeros con precios imbatibles. Ofrecía viajes a Córdoba casi al costo del trayecto en ómnibus: 39 pesos. Pero la compañía sufrió un trágico golpe que la sacó de escena. Mañana se cumplirán 20 años de ese hito que produjo su final: el 31 de agosto de 1999, a las 20.54, el Boeing 737 matrícula LV-WRZ, el vuelo 3142 con destino a Córdoba, se estrelló frente al Aeroparque, con un saldo de 65 muertos y 34 heridos. La Justicia, en un largo proceso, dictó dos condenas leves y, finalmente, declaró prescripta la causa.Fue una fatalidad, pero no fue un accidente, sino una sucesión de errores. Hubo una autoría directa, la del piloto y el copiloto que, por no seguir los procedimientos y actuar con evidente negligencia, olvidaron realizar las acciones de configuración de las alas para el despegue y, peor aún, omitieron la alarma que se los advirtió en cuanto se lanzaron a la carrera fútil hacia la punta de la pista, en dirección norte, hacia Punta Carrasco.Pero esa fatal negligencia no era ajena a un contexto viciado que, se sabe ahora, era parte de una cultura operacional propia de LAPA, que en su ecuación económico-financiera resignó seguridad, según estableció la Justicia.Fue la mayor catástrofe aérea ocurrida en suelo argentino, solo superada en la aviación aerocomercial argentina por la caída del DC-9 de Austral en Fray Bentos, Uruguay, casi un año y nueve diez antes, el 10 de octubre de 1997. Pero, pasadas dos décadas, la Justicia no dio una respuesta más allá de la obvia responsabilidad de quienes pilotaban la aeronave y de sus inmediatos jefes, Valerio Francisco Diehl y Gabriel María Borsani, condenados el 2 de febrero de 2010 a tres años de prisión en suspenso por estrago culposo. El Tribunal Oral Federal N° 4, en fallo dividido, absolvió a los demás, entre ellos, el presidente de LAPA, Andrés Deutsch; su segundo, Ronaldo Patricio Boyd, y a Fabián Chionetti y Nora Arzeno, y sobreseyó por prescripción a los funcionarios Damián Peterson y a Diego Lentino.No hubo, así, reproche penal para los escalones superiores, esto es, quienes dirigían LAPA y habían diseñado su cultura empresarial, y las autoridades que debieron haber revisado que toda la operatoria de la aerolínea se ciñera a las normas.El minuto fatalA las 20.54, el 737 no pudo tomar altura en el final de la pista 13. Rompió la reja...

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