La voz moderna de Calabria

Peppe Voltarelli nació en Cozenza, estudió en Bologna y vive en la zona histórica de Firenze. Pasó por una banda de tarantela punk, se volvió un cantautor sofisticado haciendo temas en dialecto calabrés, grabó tres discos solistas, actuó en cine y en su última producción, Lamentarsi come ipotesi, ironiza sobre el estado actual del arte contemporáneo. Le gusta esa idea de confrontar dos ideas culturales, el cantor rural y originario del sur de Italia con el medio musical contemporáneo en el que se suele mover.

"Para el disco visitamos un montón de galerías de arte del mundo con mi mujer y tuvimos muchas discusiones sobre el arte contemporáneo. Soy un cantautor muy tradicional, pero me gustaba esta idea de perderme en la complejidad de las discusiones estéticas y ver cómo funcionaba frente a esta idea de los valores simples y esenciales del canto de nuestra tierra", confiesa el músico, que hoy, a las 21, toca en Café Vinilo. Voltarelli utiliza distintos soportes del arte contemporáneo, creados especialmente por su compañera, la artista visual Anna Corcione, para mostrar su costado más lúdico y actoral. En el disco aparece posando como si fuera el modelo de una obra de Rodin y deslizándose como en un tobogán por una instalación. En las canciones, lo antiguo y lo moderno convive con naturalidad. Por momentos, Voltarelli tiene el espíritu mestizo de esa región invadida por turcos, árabes y normandos, sonidos labriegos, melancolía mediterránea, aspereza rockera y sensibilidad de crooner.

"En mis temas existe un juego entre la música tradicional y la modernidad. Tengo la necesidad de utilizar la tecnología, los sonidos modernos, de mezclar el acordeón, el clarinete, la guitarra clásica con un sonido internacional. Mi idea es construir una conexión con un lenguaje musical sin fronteras", apunta el cantautor italiano. Esa visión cosmopolita se complementa con una historia personal que...