El 'voto susto', la respuesta a los sondeos desfavorables

El paralelismo es evidente. El oficialismo y la selección argentina tuvieron en la misma semana un tiempo de revancha para recrear ilusiones, después de días y meses recientes de alegrías escasas y turbulencias (o yerros) abundantes. Para ambos empieza una nueva etapa. Decisiva como ninguna.El Gobierno apela en estos días al impulso de la tendencia declinante de la inflación y el retroceso del dólar, más el capital simbólico que pueda reportarle para mejorar la intención de voto y recortar la distancia que en todas las encuestas le lleva el kirchnerismo. Imprescindible antes de someterse a la competencia de que no dirimirán disputas internas, sino que se usarán para cotejar disputas extrapartidarias.No son aquellos, sin embargo, los únicos elementos que pondera el macrismo. La plataforma sobre la que se ubica en estos días antes de lanzarse de lleno a la campaña electoral tiene otros dos pilares fundamentales para sostener las esperanzas de que su jefe pueda lograr un segundo mandato: el "voto susto" y un Pichetto a gusto de cada consumidor.También se suma el operativo contención de heridos por la definición de candidaturas, en el que el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ya empezó a oficiar de director del hospital de campaña macrista.El cierre que concluyó hace una semana cristalizó finalmente un escenario ya anticipado de polarización extrema, en el que las candidaturas que subsistieron a las fuerzas centrípetas de los dos grandes espacios aparecen reducidas a expresiones marginales y, en algunos casos, meramente testimoniales, aunque no por eso irrelevantes para la disputa mayor. Todo lo contrario.Al margen de la izquierda radical, cuyos votantes suelen rechazar por igual las fórmulas macrista y kirchnerista, sin importar los restyling para sus modelos 2019, los restantes candidatos sobrevivientes parecen representar una amenaza mayor para el binomio Macri-Pichetto que para Fernández-Kirchner en la foto que quedará de las PASO.La pronosticada y esperable definición de la elección entre el macrismo y el kirchnerismo por escasos márgenes en la elección general es lo único que les pone expectativas y morbo a las PASO presidenciales para que no sean un trámite destinado a la desobediencia cívica por el absurdo de tener que ir a elegir a donde no se ofrecen opciones. De allí que la concurrencia de votantes y la diferencia de votos será vista inexorablemente como una primera vuelta. Virtualidad al palo.Por eso, si los sellos...

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