Violencia juvenil veraniega

Un episodio de violencia que, afortunadamente, no concluyó en tragedia, ocurrió en una playa de Pinamar. La víctima fue un adolescente de 15 años que, a causa de una cuestión menor, fue encarado por un grupo juvenil que transitaba en la zona. Hubo insultos, el menor fue empujado y cayó en la arena, donde uno de los agresores le aplicó un puntapié en la cabeza que le produjo serias lesiones, luego de lo cual el grupo huyó.Podría resumirse el hecho como un episodio más de violencia juvenil, suceso que no sorprende en este tiempo, ya sea en lugares de veraneo o en los fines de semana de todo el año, con especial frecuencia en boliches y discotecas de los medios urbanos.Como se ha señalado otras veces, esas explosiones de violencia injustificadas son con frecuencia consecuencia de la ingestión de alcohol, parte de un rito de iniciación que muchos grupos de adolescentes han convertido en una lamentable rutina.Si se comparan esos comportamientos hoy frecuentes con los de generaciones pasadas, resulta muy imprudente calificarlos de propios de "la edad de la desobediencia" o del "escándalo". Lo que hoy se observa ?y esto es lo más preocupante? es que el escándalo se revela en la adhesión adolescente-juvenil a un plexo de contravalores, en pugna con la estimación axiológica tradicional, de manera que se advierte una brecha creciente que afecta o impide generalmente el diálogo y la comprensión entre las...

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