Violencia de género: el código secreto para proteger a las mujeres en los bares

"¿Estás en una cita y no es lo que esperabas? ¿Estás insegura, expuesta o incómoda? Acercate a la barra y pedí? Nuestro personal está capacitado para ayudarte y garantizar que vuelvas a tu casa segura", está escrito en un cartel que cuelga de la puerta del baño de mujeres en JJ Circuito Cultural, en Balvanera. En los puntos suspensivos se lee el nombre de una bebida que en ese local no se vende, pero que funciona como un código secreto. Mejor dicho, como una señal de alerta.

"Una vez que la persona se acerca y dice esa palabra, siempre y cuando exprese su consentimiento, la llevamos por un pasillo y la acompañamos para que se tome un taxi. Si desea quedarse en el lugar, le pedimos a la persona violenta que se vaya. La idea es que la víctima pueda expresarse tranquila", explica Julieta Carunchio, una de las responsables del lugar.

Ella, junto con otros propietarios de más de diez bares de la ciudad, forma parte de esta iniciativa impulsada por Mujeres en Red, una ONG que se encarga de dictar capacitaciones al personal de bares y diseñar protocolos para actuar en casos de violencia de género.

"Nos empezamos a enterar de que algunos artistas que se presentan en lugares como el nuestro estaban siendo denunciados por casos de violencia. Ahí decidimos implementarlo porque queremos que la violencia no exista y que las chicas podamos estar tranquilas", agrega Carunchio.

Tal vez así se puedan evitar situaciones como la que le ocurrió a la estudiante Leila Soledad Pérez Romero, de 25 años. "Una vez, en un bar, un hombre me pagó la cuenta sin mi permiso. Cuando me acerqué a darle la plata, me empezó a insultar y se sacó. Traté de defenderme y terminé rompiendo una botella. Entonces se acercó una mesera y nos pidió que nos fuéramos, porque estábamos causando «disturbios»", cuenta.

Este año, los encargados del Centro Cultural El Matienzo, en Villa Crespo, se acercaron a la asociación a pedir asesoramiento luego de haber vivido una situación de este tipo puertas adentro. A partir de ese momento empezaron un proceso de formación que, entre otras iniciativas, implicó el diseño de un protocolo. Desde ese primer encuentro, más de diez espacios -entre centros culturales, bares y boliches- se acercaron a la ONG para capacitarse.

"La idea es hacer una estrategia para que no sólo contengan a la víctima de manera inmediata, sino también que los espacios cuenten con material de previsión y que todos los trabajadores se comprometan con el tema", comenta María del...

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