La violencia la generaron los protagonistas

SANTA FE.- El clásico santafecino fue una gran fiesta para todos y demostró que la organización tiene buenos resultados cuando se definen las cuestiones de seguridad en forma correcta y se asume el compromiso de velar por su cumplimiento. Treinta y tres mil personas compartieron esa fiesta. Lástima que los que estaban en el campo de juego terminaron afeando el final.En favor de los organizadores del espectáculo -clubes, policía y municipalidad-, fue un acierto reunir a los hinchas visitantes en el club y desde allí trasladarlos en ómnibus al estadio, por una avenida de circunvalación y por un acceso despejado de simpatizantes sabaleros, que la policía despejó y cerró cuatro horas antes. El egreso fue rápido, sólo alterado por un colonista que desde los altos del complejo habitacional Fonavi, por cuyo lateral se accede al estadio, arrojó piedras a sus rivales. Personal policial lo detuvo y era -hasta anoche- el único detenido por incidentes derivados del partido. Por eso había satisfacción del deber cumplido en las fuerzas de seguridad. Mucho ayudó para eso la tranquilidad de la gente.Lamentablemente, esa tranquilidad se destruyó al final del cotejo. Cuando el plantel tatengue se unió para el festejo, algo se dijeron o hicieron el arquero Diego Pozo, de Colón, y un asistente de seguridad de Unión, de apellido Ferreyra, el mismo que en el ascenso provocó al plantel de Atlético de Rafaela, que en el estadio unionista intentó dar la vuelta olímpica al consagrarse campeón de la categoría. Fue en aquella tristemente recordada noche del apagón provocado contra los rafaelinos. La televisión mostró varias veces su rostro. Pero el incidente tuvo un segundo round y fue en el ingreso a los vestuarios.Vaya a saber por qué y quién ordenó desinflar la manga que cubre ingreso y egreso de los jugadores de los plateístas locales. Por ese motivo, cuando Unión ingresaba en el vestuario, reapareció Pozo, descontrolado, y hubo un reparto de golpes con Ferreyra, que no tuvo un peor final porque jugadores de ambos clubes los apaciguaron.Ello obligó a que los jugadores visitantes permanecieran varios minutos en el terreno de juego, sometidos a la...