Violencia extorsiva contra el desarrollo económico

Resulta muy valorable, además de necesario, que un importante grupo de empresarios busque hacer oír su voz frente a diversos problemas del país, entre los que no pueden dejar de mencionarse los lamentables ejemplos de violencia extorsiva por parte de algunos dirigentes sindicales.Gran parte de la dirigencia empresarial argentina estuvo por demasiado tiempo acostumbrada a un exceso de prescindencia no solo frente a un modelo económico generador de pan para hoy y hambre para mañana, sino también ante los severos retrocesos institucionales derivados de la gestión kirchnerista. Durante mucho tiempo, los pocos empresarios que se animaron a cuestionar medidas de aquel gobierno y que por eso fueron sometidos al escarnio público desde el poder político, debieron enfrentar la soledad, el desamparo y la indiferencia de muchos de sus colegas.Semejante apatía ante los habituales abusos de poder de un Estado intervencionista, que no dudó en perseguir a los disidentes, no hizo más que alimentar los ataques a la institucionalidad, el aislamiento económico del país y el alejamiento de los inversores genuinos.Ninguna economía puede prosperar basada en el capitalismo de amigos, en los privilegios prebendarios y en la corrupción de los funcionarios. Y en el caso de la Argentina, el daño resultó mayor aún por un llamativo silencio empresarial que pareció consentir ese modelo que signó más de una década.La posición mezquina o temerosa que durante años caracterizó a buena parte de la dirigencia empresarial debe dar lugar a una actitud constructiva, sin la cual se torna inviable cualquier debate serio sobre los problemas económicos del país y sus soluciones.Por eso es saludable que empresarios de distintos sectores, reunidos alrededor del grupo de WhatsApp Nuestra Voz, hayan decidido dejar cualquier actitud evasiva y elevar su voz frente a no pocos conflictos que, más allá de sus negocios específicos, atentan contra la propia institucionalidad.La sorpresiva y salvaje medida de fuerza que en vísperas del último fin de semana largo tomaron los gremios de pilotos de líneas aéreas y de aeronavegantes, que dejó varados a unos 5000 pasajeros, recibió un duro repudio de los empresarios. El Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA) se puso al frente de esa condena: dejó en claro que esa clase de huelgas, que toman como rehén a la sociedad, conspiran contra la creación de empleo argentino y en nada suman a la defensa de los derechos de los trabajadores. Y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR