Villa Sapito, Lanús: entre el club, las drogas y el plan social

Habían pasado las elecciones primarias de agosto de 2015 y, en plena disputa por la intendencia de Lanús, en el comité de Cambiemos cruzaban los resultados provisorios para comprobar que Néstor Grindetti, esta vez, tenía chances reales de desplazar al peronismo del gobierno municipal.

En la revisión de cifras surgieron incongruencias: ¿cómo podía ser que en algunas mesas de la localidad de Monte Chingolo el candidato macrista hubiera obtenido cero votos? Grindetti ordenó entonces reforzar allí la campaña para las elecciones decisivas, las de octubre.

A las pocas semanas, un equipo de asesores del hoy intendente de Lanús desembarcó en Villa Sapito, en el corazón de Chingolo. "Nos recibieron a los tiros para intimidarnos. Eran Fanfi y su gente", recordó un dirigente de Cambiemos que participó de la recorrida electoral.

"Fanfi" es Diego Goncebate, el jefe de la barra brava de Lanús. Pero es, además, un administrador de planes sociales: maneja a unos 100 cooperativistas que perciben del municipio entre 4000 y 5000 pesos mensuales por tareas de barrido.

Goncebate conservó el negocio de las cooperativas a pesar de la salida del ex intendente peronista Darío Díaz Pérez. Pero se le cerraron otras cajas: Sapito fue el lugar más allanado por drogas del municipio. La villa son cuatro manzanas de casas precarias encajonadas entre pasillos. No existe el registro de propiedad, aunque hay carteles escritos a mano que demuestran que está vigente un mercado inmobiliario clandestino.

Las ventanas de algunas casas tienen pequeñas puertitas enrejadas por las que se comercializa droga, sobre todo paco y cocaína. La apertura alcanza apenas para el intercambio de dinero...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR