Villa Lugano expuso las contradicciones oficiales

Al gobierno de Cristina Kirchner se le termina la simpatía cuando necesita encontrar un culpable para esquivar su propia culpa. De pronto, Mauricio Macri consentido para convertirse en una especie de fondo buitre local. El problema que la acosa es nada menos que la prioridad de la sociedad en cualquier encuesta de opinión pública desde hace mucho tiempo: la insoportable inseguridad que se abatió sobre los argentinos.El viernes pasado, , hubo, además, un hecho inédito por su dimensión. Unas cien personas, muchas de ellas con armas de fuego, libraron una batalla a matar o morir con la Policía Metropolitana. En lugar de tomar nota de la enorme gravedad de lo sucedido, el gobierno nacional eligió enfrascarse en una disputa política con la administración capitalina. En esa noche en la que pudieron ocurrir hechos mucho más graves, las fuerzas que dependen del gobierno nacional no actuaron. La Policía Metropolitana pidió el auxilio de la Policía Federal y de la Gendarmería, pero éstas llegaron muy tarde, cuando ya todo había concluido.Una semana antes, ese predio, donde se había levantado un asentamiento llamado Papa Francisco, fue desalojado por orden de un juez. Una niña había muerto días antes en uno de los tantos episodios de inseguridad. Varios legisladores kirchneristas se trasladaron hasta el lugar para incitar a los ocupantes a que resistieran la orden judicial. Por su parte, el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, acusaba al gobierno macrista de incapacidad para preservar el orden en el escenario de la violencia. En medio de tanta mediocridad, Cristina Kirchner quedó envuelta en la madeja de sus propias contradicciones, entre la mano dura de Berni y la mano blanda (y cómplice) de sus franjas más progresistas. Salió como suele hacerlo cada vez que la asedia la confusión: le echó la culpa de todo a Macri y, así, abroqueló a su deshilachada tropa.No hay mejor manera de ocultar lo importante que hablando de lo intrascendente. El kirchnerismo es un perfecto artesano en ese oficio. ¿Es buena o mala la Metropolitana? ¿Estaba en el lugar de los hechos el ministro de Seguridad capitalino, Guillermo Montenegro? ¿A qué hora llegó a su despacho el propio Macri? Lo importante no era eso, sino que el Estado había sido desafiado durante una hora con armas de fuego, bombas molotov y piedra por el control de un espacio que pertenece al territorio nacional. ¿Actuó la Metropolitana frente a la violencia del viernes último? Los tres policías heridos de bala...

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