Vientres subrogados, un posible comercio ilegal

En lenguaje técnico, subrogarse quiere decir ponerse en el lugar de otro, reemplazarlo. En el caso concreto de varias notas aparecidas en los medios en estas últimas semanas, se trata de poner el embrión concebido por una pareja en el vientre de otra mujer, para que lo geste durante los meses correspondientes, dé a luz, y luego lo devuelva a quienes serían sus padres biológicos. Esto es, quienes aportaron el espermatozoide y el óvulo que formaron el embrión. La situación se presenta ante la imposibilidad de la gestación por la madre biológica.

El tema ha dado lugar a controversias, pues se considera inmoral ceder en préstamo el propio cuerpo, o contratar sobre el de otro, en especial cuando el "contrato" es oneroso, y además con un objeto contrario a la moral y a las buenas costumbres. Otras objeciones parten de que puede ser una forma de explotación de madres necesitadas, y generar un negocio a todas luces chocante con la moral.

Es verdad que en ocasiones todo puede estar presidido por un encomiable altruismo, pero no es probable. De hecho, la práctica fue excluida de la última versión del proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, próximo a aplicarse.

Otro aspecto de la cuestión, relevante para algunos, es el vínculo especial que se crea entre el bebe y la madre gestadora. Éste es no sólo físico, pues el bebe se alimenta con la sangre de la madre, sino psicológico, a tal punto fuerte, que se han producido casos en los Estados Unidos en los que la madre gestadora se niega a entregar el bebe invocando su maternidad. En algún caso, si bien se respetó a los padres biológicos, se le concedieron visitas a la madre gestadora, en atención al especial lazo y apego creado con el niño que gestó y dio a luz. Si, como se afirma, hay vida intrauterina comunicada con los estímulos externos, no hay duda de que la gestación es parte del nuevo ser.

Un caso que alcanzó gran difusión periodística es el de un bebe nacido el 9 de enero pasado, en Mendoza, de una madre subrogada que habría recibido el encargo de los padres biológicos, quienes concibieron el embrión in vitro, con sus propios espermatozoides y óvulo, asumiendo la gestadora la obligación de llevar a cabo el embarazo y parto, y luego entregar el bebe a los padres biológicos. Aparentemente habría un "contrato" firmado...

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