Viejos complejos sin resolver

Puerto La Cruz, Venezuela.? Resuena aquí aún el paso histórico que dio el equipo de César Farías. Se restregan los ojos los que caminan por la Bahía de Pozuelo, un poco por no poder creer todavía que Messi y compañía apenas fueron una sombra antenoche en el juego con la Argentina y otro tanto por un océano que ofrece un brillo casi cómplice.Todo sucedió en esta ciudad, donde está la refinería de petróleo más grande del país y donde el litro de gasolina es más barato que un litro de agua mineral (50 centavos de bolívar se paga la nafta, mientras que el agua cuesta unos 7 bolívares). Justo en el país donde el béisbol apasiona más que el fútbol, el equipo que conduce Alejandro Sabella tropezó y abrió una serie de interrogantes que exceden el juego que perdió por primera vez en la historia ante el seleccionado vinotinto. Aunque, en realidad, lo que no pudo hacer el conjunto argentino es resolver viejos complejos, dificultades que se han vuelto una mala costumbre y se han transformado en una especie de trastorno sin solución: desorden, desajustes defensivos, cansancio y bajos recursos para administrar tanto talento individual en el bloque ofensivo.Aun cuando recién comienza este camino hacia Brasil, lo que alarma en el equipo de Sabella es que no puede quitarse de encima el peso de una mochila cargada de frustrantes pasos. Son varios, demasiados, pero no es caprichosa la mirada, porque en la primera excursión por las eliminatorias hacia Brasil 2014, en una salida que se suponía ante un rival con menos recursos que otros, mostró idénticas dificultades a las que, por ejemplo, se advirtieron en otro acontecimiento histórico, pero en el contexto de un amistoso. Allá por el 8 de octubre de 2010, la Argentina cayó por la primera vez en la historia ante Japón, en Tokio, por motivos también vinculados con el cansancio y con un funcionamiento tan inestable como el que el equipo mostró antenoche.Entre tanta euforia, con celebraciones aquí por el Día de la Resistencia y la alegría por el triunfo del seleccionado local ?reflejada por titulares de periódicos como El Meridiano, que reza Aquí se baila Joropo (danza tradicional venezolana); o de El Mío, que en su tapa dice A bailar tango pa? otro lado, y El Norte, que publicó en su portada Anzoatigazo?, la autocrítica de Nicolás Burdisso aparece como un bálsamo para tratar de calmar el ardor de la herida.Ayer, antes de...