El viejo racismo a la brasileña que niega su propia existencia

RIO DE JANEIRO.- Brasil es racista. Siempre lo fue. El racismo es complejo, es persistente, genera violencia y exclusión. Para perpetuarse, el racismo brasileño niega su propia existencia y dice que aquí siempre fuimos distintos que en Estados Unidos. Lo repetí muchas veces en este mismo espacio durante el acalorado debate sobre los cupos.En estos últimos años, toda una generación de académicos negros ha enriquecido ese debate con sus ensayos, artículos y libros. El sentimiento de indignación de las personas negras o mulatas, así como la estructura que las excluye, no es una copia de lo que ocurre en Estados Unidos. Es legítimo, tiene profundas razones locales y sus cifras son aterradoras.Cuando estaba en la escuela secundaria, Paulo César Ramos dudaba entre ser soldador y estudiar ciencias sociales. Optó por lo que parecía más difícil. Hoy es sociólogo y miembro del Centro de Investigación y Capacitación sobre Raza, Género y Justicia Racial del Cebrap, donde estudia la violencia policial y el movimiento negro.Su búsqueda de las raíces del movimiento negro en Brasil lo llevó a 1978. Un comerciante de San Pablo, Robson Silveira da Luz, fue torturado y asesinado en una comisaría del distrito paulista de Guaianases. El caso tuvo mucha repercusión y en San Pablo y Río de Janeiro hubo marchas para denunciar algo que en Brasil ocurría todo el tiempo."El acto del 7 de julio de 1978 en las escalinatas del Teatro Municipal fue el hecho fundacional del Movimiento Negro Unificado, la organización más ramificada de todas. Mi tesis de doctorado era sobre ese caso en particular, pero descubrí que había muchos otros casos emblemáticos. Tuve que redirigir la estrategia de investigación, reconstituí 10 casos y decidí reconstruir la protesta negra contra la violencia policial", dice Silveira da Luz. "Estos actos fueron parte de la lucha por la democracia".El sociólogo Mário Medeiros da Silva, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Estatal de Campinas, advierte de entrada que no hay que caer en el error tan común de comparar Brasil con Estados Unidos."Es equivocado pensar que hay una enorme diferencia entre Estados Unidos y Brasil, porque allá los negros se rebelan y acá son más pacíficos", dice Medeiros. "Acá el Movimiento Negro está organizado desde hace 42 años. Las mujeres negras también se organizaron, como las Madres de Acari, que perdieron hijos víctimas de la violencia policial. También tuvimos toda una serie de movilizaciones, de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR