La víctima del ataque mapuche. 'Vinimos a buscar tranquilidad. Pero ahora nos volvemos a Capital, a replantearnos adónde vamos a vivir'

Pablo Conti quiere fejar todo en Río Negro y volver a Buenos Aires

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- "Lo mío acá terminó. Ayer se cerró un capítulo para mí. Cuando me den el alta, agarro mi riñonera con los documentos, el mate, mis perros y me vuelvo a Buenos Aires", dice a media voz Pablo Conti, el hombre que este jueves a la madrugada fue sorprendido mientras dormía con su mujer en su cabaña del paraje Los Repollos. Dos hombres armados incendiaron la casa y la camioneta de la pareja, robaron $20.000 y dejaron un mensaje de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) escrito en el interior de una bolsa de alimentos para perros.

"Siempre veníamos a El Bolsón, desde hace unos 15 años, sobre todo en verano. Y el año pasado nos instalamos en Kumelén, a 15 kilómetros, por la pandemia y porque nos gusta. Somos de Buenos Aires y vinimos a buscar tranquilidad, otra vida. Tenemos 13 perros que pueden andar sueltos, nos gusta tomar mate en el río, disfrutamos de estar sin señal. Pero ahora volveremos a Capital, a replantearnos adónde vamos a vivir. Cambiaré la montaña por otra cosa", asegura, resignado, Conti.

El hombre, de 50 años, permanece internado y espera el alta para mañana. El fuego le provocó serias quemaduras, especialmente en el hombro y el costado izquierdo. En diálogo con LA NACION, cuenta que el complejo turístico que posee en Los Repollos no funciona desde hace tres años. La pareja vivía hasta ahora allí.

"Era la 1.15, estábamos durmiendo con Alejandra [su esposa] y empezaron a romper la puerta y las ventanas. Subieron a la habitación, nos apuntaron con un revólver y nos hicieron bajar. Pedían plata, les di dinero y uno de ellos tiró nafta arriba del colchón, lo prendió fuego y me tiró abajo, pero pude salir con el colchón prendido fuego de una punta. Lo tiré afuera para que no se extendiera el fuego a la cabaña", relata, mientras se recupera.

Estado en el que quedó la vivienda tras el ataque atribuido a la RAM

Pero el ataque siguió. "Rompió el vidrio de la camioneta, le arrojó nafta y prendió fuego. Yo empecé a apagarlo. El mismo hombre se fue para atrás, arrancó las garrafas, las dejó abiertas y les tiró con un bidón prendido para que se encendieran. Yo iba apagando los incendios a medida que él los iba provocando", narra Conti al recordar el episodio.

Los atacantes también efectuaron dos disparos, que impactaron contra las paredes de la cabaña. Durante las pericias se halló una suerte de antorcha...

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