A Verstappen le falta un pequeño golpe de horno

Hace más de 30 años que Holanda no tiene Gran Premio de Fórmula 1. Hoteles, complejos turísticos y un campo de golf cercenaron las mejores curvas del circuito de Zandvoort, donde el Mundial se dio cita entre 1952 y 1985. A los holandeses no los conmovió la pérdida? hasta que apareció Max Verstappen. Y sin GP nacional en el que adorarlo, cruzaron la frontera en masa para apoyarlo. Unos 20 mil holandeses tiñeron de naranja el fabuloso circuito de Spa Francorchamps, en Bélgica: nueve mil compraron sus entradas el sábado, luego de que el joven piloto de 18 años se asegurara un lugar en la primera fila de largada.

Acaso semejante fervor devengó en presión excesiva: Verstappen protagonizó una mala largada y, al querer recuperar con una típica maniobra suya -un adelantamiento estirando de manera milimétrica el frenaje- se vio envuelto en un incidente con las Ferrari de Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen; no solo rompió la trompa y el piso del Red Bull (un problema que le hizo perder luego 1s5 por vuelta) y terminó undécimo, fuera de la zona de puntos y decepcionando a su legión de compatriotas; también debió soportar una catarata de reprobaciones.

"Me gusta el chico, es agresivo, pero ciertas maniobras suyas no son correctas: hay que hablar con él, tiene que entenderlo", denunció Vettel. Raikkonen resultó mucho más duro: "Tarde o temprano va a causar un grave accidente. Fuimos muy afortunados de no sufrirlo esta vez".

Toto Wolff, el director deportivo de Mercedes, consideró que "el estilo de Verstappen es refrescante pero peligroso" y le aconsejó reconsiderarlo. "Necesita ver a un psiquiatra", recomendó Niki Lauda. El ex campeón mundial Jacques Villeneuve, siempre ácido...

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