Verdades y mentiras de Trump y Macri

Nunca estaré lo suficientemente agradecido con Macri por haberme invitado a compartir su encuentro con Trump. No fui en condición de periodista. Por los años en que asesoré a Cristina Kirchner, me llevó como experto en mercados cerrados, personalidades vidriosas y presidentes populistas. Mi primer consejo fue que no se tomara a Trump en serio. "Habla hasta por los codos, desconoce los temas, sanatea y tiene un ego casi más grande que su fortuna", le dije. Nervioso y distraído, Mauricio me preguntó si le estaba hablando de Trump o de Cristina. El segundo consejo fue que usara una corbata rojo shocking, que son la debilidad de Trump. Finalmente acordamos que la que iba a ir de ese color era Juliana, sin dudas un polo de atracción más poderoso para el dueño de casa. Y por último le dije que cuando llegara al Salón Oval no pusiera cara de turista deslumbrado. Tenía que mostrar una total naturalidad. Por las dudas, para evitar un eventual sobresalto, le hice ver fotos del descomunal despacho de 300 metros cuadrados que se hizo construir Mariano Recalde cuando era presidente nacional y popular de Aerolíneas Argentinas. Obviamente, al Salón Oval lo salva que es el Salón Oval. Si no, todo el mundo preferiría ir a conocer el despacho de Recalde.

Más allá de mis diferencias con los dos mandatarios, creo que fue un diálogo positivo para Macri, Aquí reproduzco los párrafos salientes. Sí, esto es lo más saliente. No se enojen conmigo.

-Mauricio, viejo amigo, qué gusto recibirte en la Casa Blanca, mi última inversión inmobiliaria.

-Ja ja ja. Pasan los años y seguís siendo un gran bromista, Donald. Para mí también es un gusto este reencuentro. ¡Pero cuántas cosas han cambiado en nuestras vidas!

-Claro que sí. Ya no somos los mismos, ni tenemos las mismas mujeres... Por cierto, felicitaciones por Juliana, gran elección. En cambio, ¡cómo te equivocaste con Hillary! ¿Acaso no confiabas en tu viejo amigo?

-Mirá, soy de los que piensan que en Estados Unidos son más importantes los empresarios que los presidentes. Y creía que este país no podía privarse de un empresario de tus quilates. ¡Sos un hacedor de riqueza!

-¡Y ahora conseguiré que Estados Unidos sea una gran potencia! Hablando de hacedores de riqueza, ¿y la señora de Kirchner?

-No digas nada, pero no está bien. Su gente le inventa graphs de televisión -allá los llamamos zócalos- y ella, pobre, los comenta como si fueran reales. Se ha volcado a las redes, y siempre termina enredada.

-Ahora gobierna la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR