Verdad y no sólo respuestas

En las últimas décadas, y en forma paralela con la paulatina , comenzó a hacerse costumbre en nuestro país que los o causas de alto impacto político permanezcan impunes o, peor aún, que sean sometidas a manipulaciones judiciales hasta convertir homicidios en suicidios o accidentes, o al revés, con tal de garantizar precisamente ese estado de impunidad y mentira permanente. De ahí la sospecha de buena parte de la sociedad sobre la verdadera causa de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Incluso, más que sospecha, en muchos sectores se tiende a pensar, a priori, en un homicidio en vez de un suicidio.

Atentos a ese contexto de incredulidad y de creciente escepticismo, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal llamó ayer públicamente a "superar las sombras de la impunidad, que dañan la salud de la democracia". Además de expresar su "conmoción y perplejidad" por la sorpresiva e inesperada muerte de Nisman, los prelados pidieron que todos estemos "a la altura de las exigencias judiciales e institucionales".

Lamentablemente, el penoso historial de nuestra Justicia alimenta todo tipo de suspicacias. Por eso, urge que tanto ella como los organismos de seguridad que actúan en este caso, al igual que sus auxiliares, los médicos legistas y peritos actúen con la mayor de las transparencias.

En el caso de la muerte del fiscal, los primeros pasos de la investigación han sido demasiado accidentados y desprolijos. Ya hemos mencionado la extraña presencia del secretario de Seguridad, Sergio Berni, en el departamento de Nisman, antes de que arribara la fiscal. Tampoco se ha explicado acabadamente por qué en un primer momento se recurrió a la Prefectura como auxiliar de la Justicia y, luego, se dio intervención a la Policía Metropolitana, que, debido a su reciente creación, no pareciera contar con experiencia en investigaciones criminales complejas.

La jueza a cargo de la causa por la muerte del fiscal, Fabiana Palmaghini, es quien en su momento instruyó buena parte del accidentado sumario por la muerte de Lourdes Di Natale, ex secretaria de Emir Yoma, fallecida en 2003 al caer desde un décimo piso. Pese a los numerosos elementos en la causa que indican que a Di Natale la arrojaron por la ventana -entre ellos, un peritaje de la Policía Federal-, la jueza, según la querella, no siguió esa línea y la causa fue archivada por el juez Ricardo Farías, medida confirmada por la Cámara. Sin embargo, la querella apeló y la Corte Suprema aún debe resolver. En su...

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