Que se vengan los chicos de todas partes

Entre las fiestas teatrales de fin de año se destaca la iniciativa del Teatro Cervantes de traer a Buenos Aires puestas en escena de diversos puntos del país. En realidad debería ser algo normal, que las obras transiten de un escenario a otro, no sólo de Buenos Aires al interior, sino también en el sentido inverso. Pero no lo es. Y en ese contexto es bienvenida y necesaria para abrir caminos la propuesta del ciclo Teatro del País. En el marco del mismo se incluyen también obras dirigidas al público infantil. Este fin de semana, con versiones de dos clásicos separados por un más de un siglo y unidos por una común demanda de justicia: Y estoy vivo y contando... Juan Moreira , una versión para títeres del folletín de Eduardo Gutiérrez que fuera pieza fundacional de la escena local con su estreno en 1886, en el circo criollo por Pepe Podestá, y Derechos torcidos , la obra creada por Hugo Midón y Carlos Gianni en 2005, en una versión del Teatro Real de Córdoba protagonizada por chicos que tienen una particular identificación con la trama.El drama gauchesco del criollo trabajador que es impelido a una lucha desesperada y violenta contra la injusticia cotidiana sube a escena en una adaptación para títeres escrita y protagonizada por Daniel Lovizio y dirigida por Alejandra Rodríguez, que integró recientemente la terna de obras nominadas de la primera edición del Premio Javier Villafañe. En la propuesta de la Compañía El Desnivel, que llega al ciclo representando a la ciudad bonaerense de Lincoln, el titiritero asume a la vez el rol de personaje narrador que pone en movimiento a los protagonistas de la historia.En Derechos torcidos , protagonizada en su estreno porteño por Osqui Guzmán junto a un elenco de chicos, pone en escena las contradicciones entre los derechos asignados a la infancia por constitución y leyes y la realidad cotidiana por la que pasan muchos de ellos.Catorce chicos de Villa Libertador, una barriada popular...