Venezuela: vergonzosas complicidades

No queda otro camino para la Argentina que condenar expresamente las reiteradas violaciones a los derechos humanos por parte del régimen de MaduroLas escandalosas declaraciones del embajador argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA), han derivado en una esperable y generalizada condena, que obligó a la cancillería argentina a tomar distancia de los conceptos vertidos por su representante diplomático. Si bien Raimundi intentó suavizar ayer sus dichos, el daño infligido ha sido considerable: ha dejado a la Argentina parada en la vereda contraria a la de la defensa de los derechos humanos.En su discurso ante el Consejo Permanente de la , que monitorea la situación política en , Raimundi sostuvo que "hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones de los derechos humanos en determinados países". Y eso no fue todo. Aseguró que la Argentina "no hace una lectura ideológica de los derechos humanos" y que nuestro país no comparte "cierta perspectiva de cuáles son las causas que los llevaron a esta situación y cuáles son los caminos para resolverla".Han sido conceptos lamentables de quien lleva sobre sus espaldas la responsabilidad de la representación argentina ante semejante entidad multilateral. No puede desconocer, y menos intentar rebatir Raimundi, el resultado demoledor del informe actualizado de , alta comisionada para los Derechos Humanos de la , que ha venido a confirmar lo que el mundo democrático y respetuoso de las libertades y los derechos de las personas viene denunciando desde hace ya muchos años: la magnitud y la gravedad de las violaciones de los derechos humanos en Venezuela.por el alto número de muertes de jóvenes en barrios marginales, producto de operativos de seguridad, ejecuciones extrasumariales, torturas, violaciones sexuales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas, y porque muchos de los homicidios fueran responsabilidad de las Fuerzas Especiales de la Policía (FAES), que cuentan con respaldo político y logístico de Maduro.Como ha sostenido, con razón, el experimentado exembajador argentino Fernando Petrella, "es imposible ser neutro con el informe de Bachelet", producto de un arduo y completo trabajo que ha dado como resultado una lapidaria descripción de lo que sucede en el país caribeño.Tras los dichos de Raimundi -un exdirigente radical que parece haber olvidado la enseñanza dejada por su viejo maestro respecto de la defensa absoluta de los derechos humanos-, el vicecanciller, Pablo...

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