Venezuela ya llegó y vive en el conurbano

Al purgar su pena recientemente, un narco quiso redimirse de su pasado tenebroso y aceptó trabajar en una remisería del Gran Buenos Aires. La fortuna no estuvo de su lado: la cuarentena lo privó de los viajes que tiempos más normales le hubiesen deparado. Pero el instinto por sobrevivir es más fuerte y el hombre ahora genera ingresos uniendo su expertise anterior con su nuevo oficio: hace delivery para transas. Los que caminan los cuatro kilómetros de la Feria del Olimpo, que van de Ingeniero Budge a Esteban Echeverría, aseguran que allí es posible conseguir desde un ataúd hasta un bebé. En medio de lodazales y carencias lacerantes, un capitalismo clandestino y primitivo se abre paso con sus propios capangas, esclavos y víctimas.Bienvenidos al tenebroso conurbano, la fábrica de pobres más grande de la Argentina, donde volvió a crecer la inseguridad y se agregó el fantasma del en plena trepada hacia el temido pico, con hospitales que se saturan y contagios. El hacinamiento y rebuscárselas para no sucumbir implica salir a buscar el mango y no hay cuarentena que valga. Total, la culpa de todo la tienen (por ahora en receso). Saludos a Florencio Varela, Laferrere y Merlo.Cada tanto, la olla a presión bonaerense explota y ese desmadre social, de insalubridad y tierras tomadas, pega un alarido, cuyo temblor estremece los cimientos de la Casa Rosada. Los que conocen el paño, porque transitan el territorio, aseguran que cuando esas sublevaciones suceden, nunca son del todo espontáneas. Alguna interna peronista suele estar detrás del primer fósforo. Luego, la fogata se hace incendio dantesco entre tanta injusticia contenida, y combustiona pronto como hierba seca.En la semana que pasó, uno de los más controvertidos barones del conurbano, Mario Ishii, intendente de José C. Paz, que en el pasado ya vivió dos saqueos, hizo sonar su chicharra inquietante desde el diario Perfil, y dio un plazo: "Para fines de agosto, vamos a estar en una situación como la del 2001". Cuenta que en su distrito ya cerraron 1500 comercios, que "la gente sale porque está enojada", que la situación "se está desmadrando y hay zonas en las que se toman terrenos y viviendas". Se trata de un fenómeno que se asocia con la pobreza extrema, pero que en realidad es un negocio de poderosos, sean políticos o bandas que la toman como excusa y lucran en medio de la miseria y la desolación. "Con la cantidad de presos que se han liberado se nota que están en la calle" y que "reinciden en...

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