Venezuela, un espejo para el dólar

El pedido se repite cada vez con mayor asiduidad. Incluso se podría decir que no hay consultor económico que en los últimos días no haya recibido de sus clientes una consulta en este sentido.Quienes tienen la responsabilidad de dirigir empresas o diseñar planes de negocios quieren saber cuán sostenible en el tiempo es un mercado cambiario desdoblado de hecho, como el que comenzó a insinuarse desde que la AFIP instauró, a fines del año pasado, el derecho de admisión para las compras minoristas de dólares, y sólo tres meses después, un http://www.lanacion.com.ar/1440762-intervencionismo-asfixiante.Las crecientes dudas al respecto parecen justificadas: por estos días, el dólar informal amaga instalarse definitivamente como http://www.lanacion.com.ar/1475974-el-dolar-guia-todos-los-pasos-en-la-plaza-local.Los consultores no atinan a dar una respuesta única. Pero, cada vez más, abrevan en la experiencia venezolana en busca de paralelismo sobre http://www.lanacion.com.ar/1475903-cepo-cambiario-mas-libertades-cercenadas.¿Es descabellado? "Hace algunos años te podría decir que sí. Pero hoy no hay quien no asigne probabilidad a que aquí el Gobierno intente ensayar el mismo recorrido", confió un economista que pidió anonimato porque asesora a reparticiones estatales y provincias, y sus apariciones públicas sólo les causan problemas a sus contratistas.¿Qué marca la historia?Venezuela reinstaló en 2003, y por tercera vez en su historia, un esquema de control de cambios, esta vez muy estricto. Fue en ese momento cuando emergió un mercado cambiario paralelo de mínimas proporciones y que, por lo mismo, manejó por largos años precios no muy mayores a los fijados por el gobierno, en parte, porque esa economía estaba abastecida por los petrodólares.Lo impulsó Hugo Chávez, cinco años después de haber asumido la presidencia, en respuesta a la fuerte y sostenida caída de reservas y fuga de divisas, con la consecuente presión a la devaluación de su moneda (el bolívar) que enfrentaba. Pero, por sobre todo, porque el ingreso de divisas al país había menguado drásticamente producto de un sostenido paro petrolero.Ese control se concretó a través de la fijación del valor del dólar y la creación de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), un organismo centralizado que establece quién puede comprar divisas y en qué cantidad.La Cadivi estableció entonces una paridad de 1600 bolívares por dólar, la subió un año después a 1920 y la actualizó a 2150 bolívares por dólar en 2005...

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