Venciendo el mar de arena

GENERAL LAVALLE, Mendoza.- Se animaron. No importaron ni la distancia, ni la dificultad del terreno, ni las extremas condiciones climáticas. Fueron 150 deportistas de alma (el triple que en 2005) que decidieron desafiar todos los obstáculos con el único fin de superarse.

Es que esa, para casi todos, la principal motivación de este Desafío Berocca al Desierto, quizá la carrera más dura y exigente de las que se disputen en nuestro país y que, como el año último, se desarrollo en las zonas desérticas de Mendoza y San Luis.

Y si bien las motivaciones varían de competidor a competidor, el ganador de la primera realización, Martín Paternó, llegó aquí con la intención no sólo de ganar la prueba sino también de mejorar sus tiempos. Por eso, apenas se largó la prueba, en la entrada del Parque Nacional del Valle Potrero de la Aguada, quedó claro que Paternó iría por todo. Con un ritmo vertiginoso, rápidamente se puso a la vanguardia marcándole el ritmo a su coterráneo Sergio Bustos y al local Carlos Iruzta, que lo seguían de cerca. Tras cruzar las primeras dunas, algunas de las cuales llegaban a los 80 metros, los tres habían establecido una diferencia clara respecto del resto del pelotón, distancia que se estiró aún más cuando tomaron el sendero que arrancaba poco más allá del primer PC, en el paraje El Pichón.

Así, los tres se aprestaron a encarar los 18 km finales de la etapa, que eran más difíciles que los anteriores debido a que la arena estaba muy blanda y movida y eso impedía el avance de los competidores.

Así, Paternó cubrió los 42 kilómetros en tras 4h38s, estableciendo una diferencia de 2m25s respecto de Bustos y de 10m11s sobre Iruzta.

La increíble belleza del Parque Nacional de Sierra de las Quijadas, en San Luis, sirvió de marco para que los corredores enfrentaran los 24 kilómetros de la segunda jornada. Si bien esta etapa no presentaba tantas dificultades, el desgaste del día anterior se notaba en el ritmo de...