Velados planes para la diplomacia que viene

Mauricio Macri dejó en claro ayer que detrás del eslogan presidencial de que "la Argentina tendrá relaciones maduras y sensatas con todos los países del mundo", se esconde un excesivo pragmatismo diplomático que busca redefinir una política exterior tajantemente opuesta a la marca que dejó el kirchnerismo.

En el mensaje al Congreso Macri destacó su rol activo para lograr que el Mercosur alcance cuanto antes un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. "Reimpulsamos conversaciones con Brasil, Uruguay y Paraguay para poner en marcha nuevamente las conversaciones con la Unión Europea", dijo. Pero también aclaró que el Mercosur no sólo se quedará con ese acuerdo y buscará establecer lazos con los países de la Alianza del Pacífico. "Conversé también con los presidentes de México, Perú, Ecuador y Colombia para impulsar una agenda de trabajo compartido", dijo en esa línea. ¿Acaso piensa Macri en un tratado mayor entre la Alianza Pacífico y el Mercosur? En tal caso, esto sería poner en praxis por beneficios comerciales y económicos lo que en el relato político fue la Unasur, un bloque que Macri ayer no mencionó en su discurso, como tampoco habló de la Celac, que creció bajo el amparo de Hugo Chávez.

Macri destacó que en lo que lleva en la Casa Rosada cerró "conflictos pendientes y deudas" con Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Sin embargo, aún hay temas en vilo con esos países. Por ejemplo, con Paraguay aún no se cerró el conflicto por la deuda de 20.000 millones de dólares que la Argentina le exige a Asunción por Yacyretá. Y con Bolivia no están cerradas las negociaciones por la importación de gas.

A diferencia de su primer mensaje como presidente en el Congreso, ayer Macri habló del conflicto con Gran Bretaña por las islas Malvinas. Dijo que dialogó de ello con el primer ministro inglés, David Cameron...