Las uniones civiles, otra vez en el centro del debate en Italia

ROMA.- "¡Despierta! ¡Despierta!", fue el grito que retumbó ayer en 98 plazas de Italia, donde cientos de miles de personas con banderas arcoíris y simbólicos relojes despertadores en la mano exigieron el reconocimiento de las uniones homosexuales y se manifestaron en favor de una ley al respecto, que comenzará a discutirse en el Senado.

Italia es uno de los pocos países de Europa que no tiene ninguna legislación sobre uniones civiles, homosexuales o heterosexuales. "No seremos más los últimos, queremos que Italia sea un país civilizado. Es triste que los amigos de mis hijos que quieren casarse tengan que ir a hacerlo fuera de Italia. ¡Es hora de ser civilizados, despierta Italia!", clamó ayer la senadora Monica Cirinná en una manifestación en la plaza del Panteón de esta capital, mientras similares manifestaciones, con coloridos globos y parejas gay besándose, tenían lugar en varias otras ciudades del país, como Milán, Turín, Nápoles, Florencia y Bologna, entre otras.

Del Partido Democrático (PD), de centroizquierda, el mismo del primer ministro italiano, Matteo Renzi, Cirinná es autora de un proyecto de ley que comenzará a ser discutido el próximo jueves en el Senado, y que volvió a encender en el país, por enésima vez, un debate al rojo vivo.

No es la primera vez que llega al Parlamento un proyecto de ley sobre uniones civiles. La fuerte influencia de los sectores católicos y la injerencia del Vaticano y de la Conferencia Episcopal Italiana, en efecto, en el pasado hicieron naufragar varios diseños de ley que intentaban colmar el vacío legal. E Italia, país donde conviven miles de parejas homosexuales -muchas de las cuales tienen hijos-, quedó totalmente rezagada en este aspecto.

"Es un retraso imperdonable" para las asociaciones de familias arcoíris, gay y lesbianas que ayer llenaron plazas de toda Italia con relojes despertadores "para explicarles a los políticos que se terminó el tiempo de los derechos negados". Según los organizadores, un millón de personas participó de la manifestación.

En julio pasado, Italia fue condenada por este tema por la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo, que conminó al país a introducir el reconocimiento legal para las parejas del mismo sexo. Ahora, el joven premier Renzi, ex boy scout y católico practicante, pero también político pragmático, quiere enmendar las cosas. Y pese a que, una vez más, es fuerte el disenso de los sectores católicos, está determinado a llegar hasta el final. "La ley...

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