Los ultras siguen conquistando terrenos

Las dos puntas de la semana pasada resumen, como una eficaz parábola, la situación política nacional: perdieron los moderados y ganaron los ultras, que siguen conquistando terrenos. Todo comenzó con la difusión del equipo conocido como que, bajo el liderazgo del defensor de Cristina Kirchner, tiene por misión avanzar sobre la Corte.Entre el viernes y ayer, dos tuits (otra vez) de la vicepresidenta terminaron por ajustar el lazo en el cuello de los dialoguistas.Si no fuera porque Alberto Fernández se convirtió en un activo constructor de estas circunstancias podría incluírselo entre las víctimas de la avanzada de los más radicalizados. Pero con sus concesiones hacia las demandas y (a veces meros deseos) del sector más confrontativo del Frente de Todos, que lidera su vicepresidenta, dejó solos y desolados a muchos de sus aliados internos consensuales.La ausencia de Gustavo Béliz en el acto de la reforma de la Justicia, que hasta hace unas semanas lo tenía entre sus impulsores e ideólogos, es una expresión elocuente de las incomodidades de algunos de sus colaboradores más cercanos, incluidos viejos amigos presidenciales. Tampoco pareció tener motivos para celebrar Vilma Ibarra, que es mucho más que la secretaria de Legal y Técnica, y quien como Béliz trabajó desde el primer día en la cuestión. El rumbo final del proyecto los hizo a un lado.Varios de ellos todavía tratan de explicarse porqué el Presidente hizo propia y defiende con tanto ahínco la inclusión de Beraldi en la comisión cortesana. No es la primera vez que lo ven sobreactuar mientras borra de la escena las huellas digitales de la vicepresidenta. Ya es tendencia, admiten algunos de los que ahora transitan perplejos por los pasillos del poder político, a los que llegaron con Fernández."Fue difícil hacer todismo esta semana", admitió uno de los colaboradores presidenciales. Con remedo de sinónimo de ecumenismo, los albertistas definen el oficio de equilibrista con el que el Presidente se había identificado hasta aquí.Por añadidura e inevitable consecuencia de sus recientes decisiones y derivas, Fernández arrojó al pelotón de señalamientos a quien había sido hasta aquí su principal socio externo en la lucha contra la pandemia. El viernes, durante la conferencia para anunciar la nueva extensión de la cuarentena, Horacio Rodríguez Larreta recibió algunas estocadas sutiles de parte del Presidente y varios golpes directos de Axel Kicillof. Todo concluyó con un ataque a fondo del ministro...

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