El trueque, manifestación de quienes no se rinden

El intercambio de bienes existe desde mucho antes de que se inventara el dinero. Lo mismo que los precios relativos, el crédito y el riesgo crediticio, y, por consiguiente, las estafas. Lo aprendimos cuando éramos pibes, con las figuritas.

Lo que hizo el dinero fue facilitar los intercambios para eludir la doble coincidencia . En un mundo de trueque, para arreglarme las muelas tengo que encontrar un dentista interesado en mi asesoramiento económico; en un mundo monetario el dentista compra productos, sus fabricantes me contratan a mí y yo le pago al dentista.

Por eso, operar con dinero es mucho mejor que hacerlo vía trueque; pero a su vez, intercambiar vía trueque es mucho mejor que nada. Lo cual explica por qué en 2001 aparecieron los denominados "clubes de trueque" y más tarde desaparecieron. Ahora están volviendo a aparecer, y eventualmente volverán a desaparecer.

El trueque puede ser visualizado como una faceta desgarradora de la realidad; prefiero verlo como una nueva manifestación de la lucha por la vida, que los seres humanos encaramos todos los días porque sabemos que con los discursos, no pagamos los alimentos la luz y el gas .

Como dije, tampoco los precios relativos y el crédito requieren dinero. Puedo acordar con mi vecina entregarle hoy un libro y que dentro de 30 días ella me entregue determinada cantidad de tortas de chocolate. Existe riesgo...

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