True Detective y un final cargado de interrogantes

¿Qué es Carcosa? ¿Quién es el Rey Amarillo? ¿Adónde nos llevan esos extraños diseños y pinturas? ¿Quién está detrás de los asesinatos y de las desapariciones que nadie se animó a investigar a fondo durante tanto tiempo? Una legión de fans que no deja de crecer alrededor del mundo aguarda con impaciencia los 60 minutos de televisión más esperados de los últimos tiempos para ver de qué modo se resuelven estos interrogantes (y unos cuantos enigmas más) en el cierre de la primera temporada de True Detective .

Esta noche, a las 23, por HBO, culminará el tramo inicial de la experiencia en serie seguramente más adictiva y debatida desde que culminó Breaking Bad. Ocho episodios, 450 páginas de guión, seis meses de rodaje en el corazón de Luisiana, símbolo de las c ontradicciones de la América profunda. El lado más oscuro y denso de Estados Unidos, cargado de misterios, palabras bien guardadas, una religiosidad recargada que trata de mitigar enormes estrecheces económicas, sordidez, marginalidad, rituales ancestrales, abusos de todo tipo (en especial aquellos que tienen a niños y adolescentes como víctimas) y dos personajes, los detectives Marty Hart y Rusty Cole, forzados como el resto a moverse todo el tiempo en una delgada línea que nunca separa claramente al sentido del deber de la amoralidad.

Los dos policías (interpretados con infinita riqueza de matices y un compromiso excepcional por Woody Harrelson y Matthew McConaughey) llevan casi dos décadas empeñados en resolver un dilema criminal que llegó a quemar sus mentes y deteriorarlos ética y emocionalmente. Los episodios 6 y 7 prepararon con el reencuentro entre ambos la cocina de un final que...