Los tres pilares de la fe que sostienen la apuesta electoral de Macri

Contra el escepticismo creciente, un trípode sostiene el optimismo electoral macripeñista.El rechazo al kirchnerismo y la certeza absoluta de que será candidata a la presidencia son la pata más firme de la santísima trinidad macrista, que galvaniza a su núcleo duro de adherentes, que para los sumos sacerdotes de la Casa Rosada siguen siendo un tercio del electorado, a pesar de todo.Un segundo sostén es la creencia de que la economía no se va a deteriorar más de lo que ya lo hizo en un año, que dejó los ingresos de los argentinos en un casillero peor que el de 2015. Y hasta se animan a pronosticar una mejora para el momento de votar. La fe es así.Termina por sustentar el altar de la confianza la tecnología electoral del siglo XXI con la que Pro no ha dejado de ganar elecciones desde 2007, cuando llevó a a la jefatura de gobierno porteña, contra el sistema analógico que sigue utilizando el kirchnerismo. Datos objetivos, aunque no definitivos.La fe en la fortaleza invencible de ese trípode no tiene fisuras en el estrechísimo entorno de Macri. la semana pasada: "La decisión [electoral ] tiene que ver con algo muchísimo más profundo que la inflación del último mes", explicitó después de recitar varios mantras del nopasanadismo.Fue la reaparición del jefe de Gabinete después de un semestre sin brindar entrevistas, es decir, desde el mismo momento en que varios integrantes de la coalición oficialista pidieron su cabeza, pero del que salió mas fortalecido que antes del embate. Fue ese también el disparador de muchas inquietudes, sobre todo del "círculo rojo", ese al que le viene dando batalla desde el armado electoral de 2015."¡Están haciendo todo para perder!", reaccionaron alarmados esos tomadores de decisiones que ven con espanto que el Gobierno siga apostando todo a la grieta sin ningún temor a caerse en ella, sobreexponiendo a Cristina Kirchner, subestimando riesgos y sobreestimando la capacidad de Macri de aglutinar a todos los que tienen aversión al pasado que la expresidenta representa.En síntesis, los representantes del establishment, tanto como muchos analistas, advierten con espanto e inquietud (en ese orden cada uno) que el Gobierno apuesta todo a que por default se impongan sus candidatos. Como si no hubiera ninguna posibilidad de que se conformara una alternativa. O no hubiera riesgo de que el techo de la expresidenta se siga elevando. O no existiera la amenaza de que la deriva económica arrastre lejos de la costa la nave insignia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR