Tres actores principales en la trama judicial

Después de la conmoción, lo que emergerá con mayor presencia es la investigación judicial. Llegará, entonces, el momento de establecer qué delitos se produjeron y, entonces, quienes son los eventuales responsables y en qué grado de participación. La cuestión no se limitará, necesariamente, a las dos muertes que convirtieron el show del Indio Solari en una tragedia: hubo heridos y lesionados y cuestiones relativas tanto al uso de los recursos públicos como al cumplimiento de los deberes exigibles a los funcionarios estatales (municipales e incluso provinciales).

Seguramente será imposible identificar quién pasó por encima del joven portuario chubutense que sufrió una triple fractura en una de sus piernas (según él mismo contó a la prensa, la turba le pasó por arriba cuando, con su cuerpo, intentó proteger con su cuerpo a un chico que había caído al piso), uno de los casos de lesiones que podría atribuirse directamente a la acción del público durante los primeros temas del show. Por eso, lo más probable es que la fiscal Susana Alonso avance sobre todos los aspectos relacionados con la organización del espectáculo para ver, desde allí, que responsabilidades son atribuibles en las muertes, las lesiones y otros tipos delictivos eventuales.

Hay, a grandes rasgos, tres grandes actores en la trama: el municipio, la productora del show y el propio Indio Solari. Sobre este último, su suerte dependerá, primordialmente, de su relación funcional con la organización. Si simplemente fue contratado, podría salir indemne en la causa penal.

Tanto el cantante -figura excluyente del espectáculo, lo que deja fuera de toda cuestión, en este litigio, a sus músicos- como el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, culparon a la empresa organizadora, En Vivo SA. Esta firma que en nueve años montó 14 shows del Indio y sus Fundamentalistas del Aire Acondicionado, es continuadora de Chacal Producciones, la misma que en 2011 organizó el recital de La Renga en el autódromo Roberto Mouras, de La Plata, donde un fan de la banda de Mataderos, Miguel Ramírez, murió alcanzado en el cuello por una bengala náutica arrojada por Iván Fontán, otro concurrente, que fue condenado a 9 años de prisión.

El primer escalón de responsabilidad penal, posiblemente, podría recaer sobre los hermanos Marcos y Matías Peuscovich, tandilenses y directores de En Vivo SA. El contrato que suscribieron para realizar el show en Olavarría funciona, a los efectos jurídicos, como una declaración jurada...

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