Tras el reto de la Presidenta, se agravó la interna en el kirchnerismo bonaerense

Una . No hay posibilidades de resguardo. Las palabras de la Presidenta, ratificadas por el influyente Carlos Zannini, sirvieron para exponer la lucha que se desarrolla en el Frente para la Victoria en la carrera por la sucesión de Daniel Scioli.

Que tal no mide. Que aquél no goza del respaldo de la Casa Rosada. O que éste tiene la imagen negativa por las nubes. Operaciones, rumores y versiones que se contraponen y pocos dispuestos a dar la cara. Bienvenidos a la gran interna por la gobernación bonaerense, donde todo vale.

El "baño de humildad" que pidió Cristina Kirchner aceleró los tiempos y agigantó las desconfianzas internas. El pedido fue claro: hay que acotar la oferta electoral. Pero aún el reclamo de la jefa del Estado no fue recogido por ninguno de los precandidatos.

En la provincia donde se encuentran cuatro de cada diez votos nacionales aún hoy, cuando ya pasaron cuatro días de la cadena nacional en la que la Presidenta marcó la cancha, todos se aferran a la ilusión de ser el próximo gobernador en representación del kirchnerismo. La rebeldía no es sólo bonaerense, sino que también incluye a los cinco precandidatos a la presidencia -Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Sergio Urribarri, Agustín Rossi y Jorge Taiana-, que hasta ayer seguían firmes con su intención.

Los 12 que aspiran a suceder a son el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el titular de la Anses, Diego Bossio; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; el jefe comunal de Berazategui, Patricio Mussi; el secretario de Seguridad, Sergio Berni; el referente del Movimiento Evita, Fernando Navarro; el vice bonaerense, Gabriel Mariotto; la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; el presidente del Grupo Provincia, Santiago Montoya; el viceministro de Desarrollo Social, Carlos Castagneto, y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.

La idea que sobrevuela, y que emanó de la Casa Rosada, es que haya tres fórmulas, a lo sumo cuatro, pero la última será -si así lo decide la Presidenta- para el titular de la Afsca, Martín Sabbatella, socio político del kirchnerismo con Nuevo Encuentro.

"Sólo habrá tres fórmulas del peronismo", anticipó a LA NACION uno de los armadores de la ingeniería oficialista en suelo bonaerense. La frase va en consonancia con lo que dijo Fernández en la previa de la cumbre del PJ, anteayer en Parque Norte. "[A presidente de la Nación] deberían ser dos fórmulas, no más que eso; y en la provincia de Buenos Aires, tres o cuatro", dijo el ministro coordinador.

Los nombres que más se repiten para encabezar las boletas son los de Fernández, Domínguez, Bossio y Espinoza. De estos cuatro quedarán tres.

"Las fórmulas que se están imponiendo son las de Domínguez con Mussi y Diego [Bossio] con Berni; después aparece Aníbal [Fernández], aunque tiene un 80% de...

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