Por las trabas y la falta de estrategia, retrocede el comercio con el mundo

La creciente falta de competitividad por la alta inflación y una escasez de dólares que amenaza las reservas, contratos y expectativas es el cóctel que explica la declinación del comercio exterior argentino. La solución ideada por el Gobierno ante la coyuntura -complejas regulaciones burocráticas, trabas para insumos clave para la producción y cepo al dólar- convierte el intercambio de productos con el mundo en una trinchera diaria.

En la actualidad, el Gobierno parece conspirar contra sí mismo. En diez meses, las exportaciones locales acumulan una baja de 11% cuando en el planeta -según la Organización Mundial de Comercio- crecerán 3,1% este año. La salida -dicen los expertos- no es ahorcar las importaciones, sino lograr una mirada de largo plazo que incremente las alicaídas ventas al exterior.

"Hoy la Argentina no tiene capacidad competitiva, por lo que cualquier negociación comercial está fuera de la agenda gubernamental. Las discusiones actuales son muy básicas", argumentó un ex funcionario con una extensa carrera en el mundo de las negociaciones internacionales. Por ejemplo, la Argentina fue hace meses la que retrasó las negociaciones para un acuerdo comercial entre los bloques del Mercosur y la Unión Europea, que principalmente impulsa Brasil.

Un indicio de lo desfocalizado que está el comercio exterior argentino es su organigrama diplomático.

Las embajadas son, gracias a sus secciones comerciales, el principal vínculo entre los productos argentinos y sus compradores extranjeros. Según un informe de la consultora DNI, de las 30 economías que más crecieron en el mundo en 2012 y 2013, la Argentina tiene embajadas sólo en seis. Esto quiere decir que tiene presencia en sólo 20% de los mercados más dinámicos. Pero, además, la Argentina no está generando exportaciones importantes a países abiertos y grandes importadores. De acuerdo con DNI, de los 21 principales compradores de mercancías a nivel mundial en 2013, la Argentina contiene a sólo cinco en su top ten, pero además les vende poco en relación con lo que esos países comercian con el mundo.

"La función de la Cancillería y las embajadas en el exterior es muy relevante si se ejerce bien", afirmó Marcelo Elizondo, director de DNI. "Hoy el desarrollo de negocios en mercados nuevos requiere información, inteligencia competitiva, estudio de condiciones de acceso a mercados, detección de contrapartes para nuestras empresas, organización de agendas de desembarco, promoción, entre otros cosas...

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