Todos miraban la política, pero ahora habló la economía

La construcción, que suele ser motor y anticipa los ciclos de crecimiento (como a la salida de la pandemia), se frenó en el primer bimestre de este año.

La lógica de la magia, más allá de los miles de artilugios posibles, en el fondo se apoya sobre un patrón estructural bastante simple: desviar la atención hacia un lado, mientras los hechos reales se suceden en otro. El espectador obnubilado aplaude luego cuando es sorprendido, preguntándose una y otra vez cómo fue que sucedió eso que no alcanza a comprender. El truco que el contexto actual está preparando para los argentinos no parece ser uno que, una vez develado, les vaya a causar demasiada gracia.

En su libro Sistemas de identidad , publicado en 2008, el diseñador argentino Carlos Carpintero advertía algo: no hay un único sentido en la conversación colectiva, sino múltiples sentidos. Cada actor del sistema procura imponer su "verdad" porque el sentido es, justamente, lo que está en el centro de la disputa en tiempos de hiperconectividad. Quien gana la batalla simbólica y explicativa incrementa su poder para orientar el devenir de los acontecimientos. En la era de las fake news y la posverdad en la que vivimos, podemos comprender plenamente lo que advertía Carpintero hace 15 años.

Como bien lo detallaba el gran diseñador argentino Norberto Chávez en su exquisito ensayo Marca, los significados de un signo identificador : "Una vez emitido el signo, el emisor pierde el control de él: este cae bajo la soberanía decodificante del receptor. Tal es, precisamente, el desafío clave de la comunicación humana. De ahí la importancia de conocer o intuir certeramente los códigos que el receptor pondrá en funcionamiento al recibir el mensaje".

Ningún triunfo discursivo es definitivo, solo parcial. El sentido es un flujo dinámico que se desplaza en interrelación con los hechos. Cuando la brecha entre uno y otro se vuelve demasiado grande y evidente, entra en acción la desconfianza, volviendo a generar espacio para que otra versión del discurso domine la escena.

Durante todo el verano, el gran emisor de sentido en nuestro país fue la política . Es tradición que así suceda en los años electorales. Sobre todo en uno tan relevante como el actual, cuando la gran mayoría de la población coincide en que "esto así no va más". Hace más de un año y medio que venimos detectando un in crescendo de este sentimiento en nuestros estudios cualitativos del humor social. Hasta aquí hablaban estrictamente del presente...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR