Como en todo el país, una multitud participó en Buenos Aires de la fiesta patria

Ponchos albicelestes, gente caminando por Cerrito como si fuera una gran peatonal y la fachada del Teatro Colón transformada en un gran lienzo donde Eugenio Zanetti, el director de arte, escenógrafo y ganador de un Oscar, cuenta retazos de la historia y la cultura argentina desde 1816 hasta 2016. Ese ida y vuelta tendría absorbida la atención de unas 45 mil personas en las gradas del perímetro de la plaza del Vaticano; unas 200 mil, en suma, mirando más allá, a través de las pantallas, y por la fuga de la Avenida 9 de julio, según estimaciones del gobierno porteño.

El centro de la celebración de La Noche de los 200 años fue este enorme escenario de 80 metros que ocupó toda la cuadra sobre Viamonte, y se dividió en tres secciones. En consonancia con las celebraciones que se realizaron en todo el país, allí siguió la música y la danza hasta a la medianoche, cuando todos terminarían cantando el himno nacional argentino para recibir formalmente el 9 de Julio. Sobre la fachada del Colón que mira a Cerrito, el mapping marcó el ritmo de todo el espectáculo del que participaron unos 400 artistas.

Desfilaron todos los Cuerpos estables del Teatro, además de solistas como César Isella, Raúl Lavié, Sandra Mihanovich, David Lebón, Tomás Lipán, el grupo humorístico Les Luthiers, el conjunto folclórico Opus 4, la soprano Haydée Dabusti. Maximiliano Guerra, acompañado por la bailarina de tango Cecilia Narova, y otros referentes artísticos formaron parte de la narrativa audiovisual compuesta por Zanetti.

Una que sepamos todos

David Lebón clavó la primera emoción de la noche cuando cantó junto a miles de personas los versos de Seminare, el tema que inmortalizó con el grupo Serú Girán en la década del 80. Sería el único guiño al rock en una noche de gala orientada a rescatar los ritmos folklóricos, el tango y también los grandes himnos de la música clasica. El espectáculo comenzó puntual, a las 21, como estaba programado, y con el anuncio de unas campanadas que acompañaron las primeras proyecciones sobre el edificio de máximo coliseo. De ahí en más, tras la presentación de la Filarmónica de Buenos Aires, la Orquesta Estable del Colón y el Coro, dio comienzo un show multimedia en continuado. Con visualizaciones que alternaban entre el cosmos musicalizado por Debussy y Aurora con imágenes del amanecer, se fueron vinculando las diferentes participaciones artísticas. Inspirado en temáticas como "Sobrevuelo", unos pájaros dorados salieron desde el techo del...