¿Por qué todavía necesitamos Firefox?

La versión actual del navegador de la Fundación Mozilla

Esta es una industria que le habría encantado a Friedrich Nietzsche. Por lo del eterno retorno, digo. Para ser enteramente precisos, lo del tiempo circular no es una idea original de Nietzsche, pero ustedes me entienden. En este industria hay fenómenos que se repiten con un paralelismo escalofriante.

Por ejemplo, durante alrededor de tres décadas, el único contendiente serio que tuvo Microsoft en su actividad más visible (no necesariamente la más rentable, pero sí la que le daba el cimiento para todo lo demás) fue una ONG. No otra corporación multinacional, sino una ONG. Su nombre es bien conocido hoy: Linux.

Aunque al sistema operativo de software libre compite con éxito en el ámbito corporativo y en las compañías de internet, fracasó catastróficamente en los escritorios del público en general . En parte por errores propios, pero sobre todo porque, para decirlo en términos políticos, Microsoft tenía el aparato y la billetera. Aclaración nerd: Si vos usás Linux desde hace años y no lo cambiarías por nada, te entiendo, a mí me pasa lo mismo, pero no estoy hablando de casos aislados. Windows sigue siendo el rey. Incluso sobre macOS, que tuvo la palanca épica del iPhone.

El caso es que las empresas prefirieron no competir contra el monopolio de Microsoft. Le dejaron esa batalla -de antemano perdida- a una ONG. Y se sentaron a ver como, al revés que en la historia bíblica, Goliat destrozaba a David. Pero pasó algo completamente diferente e inesperado. Ese es el otro de los fenómenos que se repiten en esta industria: lo disruptivo, lo que no ves venir.

En 2005, Google (que iba camino de convertirse en un monopolio) compró una pequeña empresa llamada Android, que usaba en su sistema operativo para cámaras digitales el núcleo de Linux . ¿Por qué lo usaban? Porque podían. Lo genial de Linux ( de la GPL , en rigor) es que te da libertad. No vocifera sobre la libertad, sino que efectivamente te proporciona la libertad de hacer con el código lo que se te de la gana; incluso construir un imperio. Con una sola condición: ese imperio debe ser también de software libre.

Android no necesita presentación, pero sí una explicación. A la vuelta de los años, el principal golpe que recibió Microsoft vino del lado menos esperado (es el problema con las hondas) y hoy casi todos los seres humanos llevamos en el bolsillo una pequeña computadora personal cuyo sistema operativo usa el núcleo creado por Linus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR