Tinelli vuelve al lugar más temido

Cuentan en el entorno de Tinelli algo que en estos días dicen haberle escuchado repetir con sarcasmo: que está esperando el 22 de mayo, fecha prevista para el regreso de ShowMatch y momento a partir del cual tendrá aire para explayarse durante todo el año sobre sus contendientes de la AFA. Que el conductor cumpla o no con la advertencia servirá para acercarse a las verdaderas razones y al humor con que decidió esta semana renunciar a los cargos de coordinador de seleccionados nacionales de fútbol y presidente de la Superliga, y pedir licencia como vicepresidente de San Lorenzo.

Hasta ahora todo parece un enigma. Tinelli habló sólo a través de su cuenta de Facebook, donde publicó un texto en el que consigna motivos de salud y agradece a quienes lo respaldaron en todo el proceso. El comienzo de su ciclo televisivo, siempre una prueba de fuego para la clase política, recabará esta vez una especial atención por una combinación fortuita de factores: vuelve a cinco meses de las elecciones legislativas, con el Gobierno urgido de buenas noticias, el PJ dividido y el kirchnerismo en los tribunales, y lo hace además sin haber aclarado todavía sus reales diferencias con el triángulo conductor de la AFA, conformado por Claudio Tapia, Daniel Angelici y Hugo Moyano. Fútbol, política y televisión han sido siempre pasiones de rating explosivo.

El caso sería simétrico y perfecto si hubiera prosperado la invitación que la producción del programa le hizo a Elisa Carrió, otra recurrente crítica del presidente de Boca, para el día del debut. Pero lo más probable es que la diputada, que ya se rehusó en otras ocasiones, vuelva a declinar. Sus voceros negaron además a LA NACION que hubiera existido en estos días, como se dijo, una conversación o reunión mano a mano con el animador.

Que un poderoso como Tinelli se haya retirado momentáneamente del fútbol y haya elegido dirimir sus divergencias en absoluto silencio habla, por lo pronto, del cuidado que el establishment le sigue teniendo a Angelici y a Moyano. Y anticipa seguramente una limpieza interna que empezó anteayer en la AFA, con el despido de trabajadores de prensa que había llevado el empresario con el propósito de "modernizar" la comunicación.

Es cierto que los desacuerdos venían desde hacía tiempo y que Tinelli no está habituado al arte de la negociación permanente que ejercen aquí lobbistas más implacables. Quienes lo han tratado en las últimas semanas dicen, por ejemplo, que desconfiaba de que la AFA se...

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