Tímido impulso a la reforma financiera global

PARIS.- Aunque no se atreva a decirlo en voz alta, por ahora la verdadera reforma del sistema financiero comenzó tal vez el último fin de semana en París. El impulso por ahora es tímido, se obtuvo con extrema dificultad y aún suscita enormes recelos. Pero el presidente francés, Nicolas Sarkozy, espera haber puesto en marcha la dinámica que debe cristalizarse durante la cumbre del G-20, prevista para noviembre en Niza.El primer indicio de optimismo lo dio Christine Lagarde, cuando se declaró "muy satisfecha". Para la ministra de Economía francesa, la primera reunión de responsables de Finanzas y directores de bancos centrales del G-20 bajo presidencia francesa dio mejores resultados de lo que muchos vaticinaban.Tras dos días de arduas discusiones, los responsables de la economía del grupo de países que representan el 85% del PBI mundial (más cinco países invitados) llegaron a un acuerdo sobre los "indicadores" que serán tomados en cuenta en la construcción de un marco de crecimiento "fuerte, durable y equilibrado", objetivo prioritario del presidente Nicolas Sarkozy para el G-20 este año.En otras palabras, es necesario cambiar la forma en que funciona la economía: "Estados Unidos se endeuda y consume, Europa consume y China ahorra y exporta", explicó Lagarde.Pero las discusiones no fueron fáciles. Comenzaron el viernes después de la cena oficial y prosiguieron hasta las 10 de la mañana del sábado. "Fue un acuerdo obtenido con fórceps", confesó uno de los delegados franceses.Durante esa noche de vigilia, a cargo de la redacción del texto final de la reunión se encontraba Ramón Fernandez, director del Tesoro francés y presidente del Club de París, el hombre que coordina las negociaciones de la deuda argentina con sus acreedores.El obstáculo principal fueron las reticencias de China, que terminó obteniendo satisfacción a medias: el comunicado final no menciona las reservas internacionales como indicador. Normal: con más de 2,8 billones de dólares (el 31% del total mundial), China exigió que fueran retiradas de la lista. Para no ser acusados de intransigencia, a último momento los negociadores chinos aceptaron que se incluyeran las tasas de cambio, aunque de forma totalmente ambigua."Nuestro objetivo fue ponernos de acuerdo de aquí a la próxima reunión de Washington (el 16 y 17 de abril) sobre las líneas directrices que permitan la evaluación de cada uno de esos indicadores", contemporizó Lagarde. Esas líneas, en resumen, serán utilizadas para sopesar la deuda...

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