En Tigre vivieron las críticas como un anticipo de la campaña

Lejos de la euforia con la que vivió otras batallas similares en el pasado, se recluyó ayer en Tigre, desde donde buscó sacarle el cuerpo a la catarata de críticas que recibió del Gobierno a raíz de la reforma del impuesto a las ganancias que aprobó Diputados. Ayer, sin embargo, se respiraba un clima de euforia "electoral" entre sus aliados.

No es la primera vez que el presidente Mauricio Macri fustiga en público a Massa, al que ya trató, por caso, de "ventajero". Pero nunca tanto como ayer, cuando señaló la "irresponsabilidad" del líder del Frente Renovador y recordó su pasado como jefe de gabinete de Cristina Kirchner. Pero Macri se quedó corto al lado de Marcos Peña, que definió a Massa como "la persona menos confiable del sistema político".

"Nos van a cascotear desde el Gobierno, pero nos van a aplaudir seis millones de personas porque cumplimos nuestra palabra", calmaba Massa ayer a su tropa. "El problema de Macri y Peña es que viven con culpa este momento, porque se metieron solitos en este problema: estábamos dispuestos a discutir su proyecto y no nos llamaron y porque quedó en evidencia que mintieron durante la campaña", celebraban a su lado.

En Tigre no hay apuro por salir a transpirar "antikirchnerismo". En cambio, planean mostrar a Massa con jubilados, monotributistas o trabajadores "liberados" del impuesto a las ganancias. Quizás con algún gremialista, aunque en este caso sí, meditan, deberá ser "portador sano" de kirchnerismo.

Sólo el diputado Marco Lavagna, en un comunicado oficial del partido, salió ayer a refutar el vínculo. "Para que no quede ninguna duda: nosotros no tenemos chance alguna de ir junto al kirchnerismo en una elección", dijo.

"Nos hubiera gustado acordar con el Gobierno como hicimos con otras leyes pero, lamentablemente, ellos no quisieron", agregó Lavagna, a...